Imagen de referencia de uno de los puntos de atención del Municipio de Quito, en los que se atiende a personas con síntomas de covid-19. Foto: Eduardo Terán / Archivo / EL COMERCIO
La duda la plantearon los concejales: hay denuncias de personas que se hicieron pruebas de covid-19 en las carpas o brigadas médicas que el Municipio de Quito desplegó en las zonas con más contagios y el resultado fue positivo. Pero posteriormente se realizaron otra prueba en laboratorios privados y salió negativa.
Las denuncias generaron un debate sobre la confiabilidad de las pruebas moleculares que desarrolla el Cabildo, por lo que hoy, jueves 10 de septiembre de 2020, en sesión del Concejo Metropolitano, Linda Guamán, asesora de la Secretaría de Salud, explicó lo que ocurre.
Según la científica, hay dos criterios que se deben considerar. Para la realización de una prueba son clave dos ejes: el primero es el número de días que pasan desde la exposición al virus, y el segundo es el número de virus, que se conoce como límite de detección.
Señaló que hay que tomar en cuenta que el primer día de exposición la persona presenta una carga baja que, conforme pasan los días, aumenta hasta llegar a un punto y luego nuevamente vuelve a bajar.
“Supongamos que un paciente presenta síntomas en los primeros cinco días, y justamente al día quinto (cuando la carga es altísima) se hace la prueba y da positivo. Pero conforme pasan los días ese nivel varía. Tres días después, es decir en el octavo día, la carga viral puede caer drásticamente, y si ese día se hace una prueba, saldría negativo”.
Por lo que, para saber por qué aparece ese resultado se debería pedir, dice Guamán, la sensibilidad del test y los días que han pasado desde la exposición al virus.
En la misma sesión, Ximena Abarca, secretaria de Salud, indicó que en la ciudadanía había la percepción de que la situación del covid-19 en Quito había mejorado, pero las estadísticas de fallecimientos evidencian que no es así.
El 30 de septiembre, por ejemplo, la capital no registró ningún fallecido por coronavirus. El 31 de agosto, solo uno, el 1 de septiembre fueron tres, el 2 de septiembre sumaron 14, el 3 de septiembre 11 más, el 4 de septiembre cinco y el 5 de septiembre 39. Justamente esta última cifra fue la que encendió las alarmas dentro de la entidad.
Abarca, además, aseguró que pese a que hay más disponibilidad de camas para hospitalización en la urbe, la gran mayoría son camas pediátricas o de maternidad. El número de personas que requieren camas en Unidades de Cuidados Intensivos continúa superando a la disponibilidad vigente.