Según la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), la segunda etapa registra un avance del 22%. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO.
El paisaje y la ruta cotidiana de los moradores de Cununyacu cambiará. Esto se debe a la construcción de la segunda fase de la Ruta Viva, en su conexión con la Intervalles.
Mauricio Rodas, alcalde de Quito, aseguró que en su administración se agilitará la construcción, el financiamiento y las expropiaciones.
Cambios que se realizarán:
Primero. Uno de los cambios que se van a realizar en este sector está el nuevo trazado de las vías. Aquí se construirá un intercambiador y un puente.
Antes del inicio de la obra, en febrero pasado, en el sector conocido como la ‘S’ (donde se cruzan las dos vías) habían casas, locales comerciales y conjuntos habitacionales. Galo Silva, un habitante del sector desde hace 25 años, cuenta que son 20 predios que fueron expropiados para esta fase. En total, en la segunda etapa, se concretaron 171 procesos.
2. Segundo: Por la Intervalles, que conecta a Los Chillos con Tumbaco, circulan, en promedio, 5 000 vehículos diarios. Cuando concluyan los trabajos la circulación no será la misma ya que el trazado de la Intervalles cambiará. Las dos rutas provisionales, octava y novena transversales, serán cerradas cuando finalice la obra. Solo quedará habilitada la séptima.
3. Tercero: Cambios en el paisaje del sector. Moradores y conductores ya se acostumbraron a las obras. El ir de venir de los trabajadores y de la maquinaria pesada ya es parte del entorno y la cotidianidad. La jornada de los obreros se inicia a las 08:00. Con cascos azules y chalecos verdes ingresan a los diferentes puntos de la obra.
En estos días, se realizan trabajos de remoción de tierras y colocación de las estructuras para la continuación del puente sobre el río San Pedro.
Los conductores deben circular a una velocidad moderada ya que en algunos tramos hay trabajadores controlando el tránsito para evitar percances con tractores y camiones que circulan por el sector.
4. Cuarto: Baja de pasajeros. Wladimir Vilaña, de la cooperativa de buses TermasTuris, asegura que uno de los cambios que ha sentido es la baja de los pasajeros, especialmente, los fines de semana.
Los moradores, también, han palpado el impacto de la obra. Guido Zhunio, de 45 años, explicó que los pobladores se han tenido que adaptar a esta nueva realidad. Tienen que salir más temprano para desplazarse a sus sitios de trabajo. El motivo: un bus pasa cada 15 minutos.
5. Quinto: Con los negocios ocurre igual. En una cuadra se contabilizaron seis locales comerciales: panaderías, verdulerías y tiendas. Luis Gómez, comerciante, indicó que pese a que los trabajadores se acercan a comprar en su tienda, la venta bajó. “Antes se vendía USD 80, diarios. Ahora, hay días que se llega a USD 50”.
Según la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), la segunda etapa registra un avance del 22%. Se construyen: intercambiadores en la Intervalles y Puembo, y el escalón La Cerámica: dos puentes de tres carriles que pasan sobre el río San Pedro (214,8 metros) y dos puentes de tres carriles que pasan por el río Chiche (314,5 m).
La segunda parte acabará el segundo semestre de este año.