Quito, en la ruta de los conciertos

Uno de los  concierto de más  alto nivel. Daniel Barenboim  interpretó junto a la West-Eastern Divan la segunda, cuarta y octava sinfonías de Beethoven, en agosto. Foto: Archivo /EL COMERCIO

Uno de los  concierto de más  alto nivel. Daniel Barenboim  interpretó junto a la West-Eastern Divan la segunda, cuarta y octava sinfonías de Beethoven, en agosto. Foto: Archivo /EL COMERCIO

En el 2004, Quito fue designada Capital Iberoamericana de la Cultura. En el 2011 será la Capital Americana de la Cultura.

Esta doble denominación en los últimos siete años se fundamenta en las intensas actividades culturales que se desarrollan en la ciudad.

Sin bien no hay una cifra específica de los actos artísticos realizados en el Distrito Metropolitano, la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE), una de las instituciones públicas referentes en esta área, registra 192 programas culturales en el 2009.

Fueron en total 34 de música y danza, 10 de teatro y títeres, 20 cineforos, 62 recitales y presentaciones de libros, 38 exposiciones pictóricas, 18 concursos y 10 actos varios.

Una cifra similar se aspira hasta finales del 2010, pues entre enero y noviembre se han realizado 185 actos.

A la par, los promotores culturales independientes han impulsado un trabajo sostenido, que ha permitido un aumento del público, según comenta Gustavo Lovato, director musical de la Fundación Filarmónica Casa de la Música.

Esta institución sin fines de lucro cuenta con una sala de conciertos, considerada como única en toda Latinoamérica.

La Casa de la Música abrió sus puertas al público desde el 2005 y desde entonces han pasado artistas de renombre internacional, muchos de ellos por primera vez llegaban a Sudamérica. Este es el caso de la soprano estadounidense Renée Fleming, las orquestas de cámara de Berlín, de Praga, La Camerata Bariloche, la Orquesta Sinfónica Juvenil del estado alemán de Baden-Wurtemberg, etc.

“El nivel más alto al que hemos llegado fue con la presencia del director Daniel Barenboim, al frente de la West Eastern Divan, pero también hay que destacar la actuación del reconocido compositor estadounidense Philip Glass y la Orquesta Juvenil de las Américas (YOA por sus siglas en inglés).

“En música académica, Quito tiene una imagen de un nivel internacional muy alto. Esto no solo por la sala de conciertos para 700 personas, sino también por la calidad de estos artistas, que son referentes”.

El público aficionado de la música académica también ha aumentado, a la par del número de conciertos. En la Casa de la Música se registra un incremento de conciertos: en el 2006 hubo 71; en el 2007, 79; en el 2008, 107 y en el 2009, 134. En lo que va del 2010 ya van 137.

Para el próximo año se anuncia la presencia de la Orquesta Sinfónica de San Petersburgo, que es considerada como una de las mejores de Rusia. Quito también está en los itinerarios de artistas internacionales de otros géneros, como el pop y el rock.

La banda estadounidense, los Jonas Brothers, que se presentó ante unas 20 000 personas el mes pasado, fue un ejemplo de la incursión de artistas anglosajones, que nuevamente buscan impulsar los empresarios ecuatorianos. En febrero de este año también estuvo Cranberries y en abril del 2008 Bryan Adams cantó en el coliseo Rumiñahui.

El nivel de artistas y su número de conciertos aumentó con la dolarización, según Oswaldo Román, director ejecutivo de la Asociación de Promotores de Espectáculos Públicos del Ecuador. “El cambio de moneda fue muy beneficioso, pues las devaluaciones repentinas perjudicaban a los promotores de conciertos al pago de los artistas”.

Para Román, Quito está caminando para estar al mismo nivel de Bogotá y Lima, pese a que en la capital ecuatoriana no hay un escenario dedicado solo para conciertos. Los escenarios deportivos son adaptados para la realización de los espectáculos.

En otros géneros como el teatro, los promotores independientes también han mantenido un trabajo constante y se han creado nuevos teatros. Así constan el Patio de Comedias, El Teatro del Centro Comercial Iñaquito y el Teatro México, ubicado en el sector de Chimbacalle.

Santiago Villacís, profesor de Malayerba, dice ahora que hay más funciones. Por ejemplo, desde que Malayerba empezó a funcionar en 1996, tenían 12 presentaciones en el año. “Ahora llegamos a tener hasta 40 por cada año. Eso también ha generado más público y que haya más demanda de los quiteños”.

Los Jonas Brothers marcan una tendencia

El concierto de los Jonas Brothers busca seguir con  una nueva tendencia: la visita de artistas anglosajones en el país. En los últimos años, en el género pop,  las presentaciones de artistas latinos han predominado.

Según Oswaldo Román, director  de la Aso. de Promotores de Espectáculos Públicos, en los últimos años  se  ha considerado el servicio de entretenimiento como una industria, que genera fuentes de trabajo. Un  ejemplo fue ese concierto, que  también dinamizó  la actividad hotelera.

Punto de vista: ‘A planificar de mejor manera’

Ulises Estrella/ Quitólogo

Se han multiplicado los espacios más que por planificación institucional por la necesidad de un público que, cada vez, requiere conocer, ver, oír y disfrutar lo que antes se enteraba   por la prensa, las revistas y la Internet.

De acuerdo con la realidad globalizante, se ha impulsado la espectacularización, dando prioridad a la cantidad más que a la calidad. En medio de esta saturación descontrolada hay que destacar los libros que han publicado el Fonsal  y la CCE sobre el  Bicentenario y las reflexiones quitológicas. La alta calidad de los invitados en la Casa de la Música, en la Cinemateca Nacional, en la Flacso y en la U.  Andina.

Es hora de que la instancias culturales de la ciudad planifiquen conjuntamente dando valor a las necesidades reales de nuestra población.

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