Rumor de fallecimiento de niña enardeció a los pobladores de San Miguel de Calderón

La UPC de Calderón en la Panamericana Norte fue incendiada, durante el paro nacional. Foto: EL COMERCIO

La noche del martes 28 de junio circuló por redes sociales la noticia de que una niña había fallecido durante el enfrentamiento entre los habitantes de San Miguel de Calderón y la fuerza pública. La supuesta muerte se dio a conocer a través de videos y fotografías. En las imágenes se evidenciaron los momentos de tensión vividos por moradores del sector.   

Andrea (nombre protegido), moradora del sector de San Miguel de Calderón, cuenta que los enfrentamientos se dieron desde las 15:30, cuando realizaban una marcha pacífica y un contingente policial para dispersar a las personas utilizó bombas lacrimógenas lo que provocó asfixia en los habitantes de la zona, entre estos niños y adultos mayores.

“La situación se empeoró porque los vecinos pensaron que una niña falleció, a causa de los gases, porque ya no tenía signos vitales y publicaron en redes sociales, entonces causó la indignación entre los moradores de los barrios aledaños como Calderón, Gualo”, dijo la mujer.

La Policía no confirmó fallecidos así como la Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos. Esta última entidad sí denunció que hubo represión contra los pobladores de Calderón, niños asfixiados por el gas lacrimógeno, además de que una persona "recibió el impacto de una bomba lacrimógena en su cara y se encuentra hospitalizada".

Incendio de las Unidades de Policía  

La reacción ciudadana causó que dos Unidades de Policía Comunitaria (UPC) del sector Calderón, en Quito, fueron incendiadas. Las personas ingresaron a las oficinas policiales y destruyeron las puertas y ventanas con piedras y palos e incluso incendiaron las instalaciones. 

Esta mañana, las autoridades y los vecinos empezaron a hacer el balance de daños en la UPC. Los moradores de las zonas cercanas aseguran que, durante los enfrentamientos con la Policía, hubo una fuerte represión, sobre todo en la zona de San Miguel del Común, por lo se produjo la reacción ciudadana. 

En un recorrido que realizó este Diario por la UPC, el olor a ollín aún se percibía en el ambiente. En el piso había pedazos de vidrios por doquier. Las ventanas estaban destruidas, las camas que eran utilizados por los uniformados solo quedaron en fierros retorcidos. El panorama era desolador, ingresar al segundo piso fue imposible, las gradas de madera estaban inestables.  

Los moradores del sector comentaron que la UPC de Calderón ya había sido incendiada durante las manifestaciones del 2019. Carla Cortés, moradora del sector, explicó que estas noticias que circulan en redes sociales muchas veces causan la ira de la comunidad y causa reacciones negativas.  “Están cansados de la represión policial y al ver que los niños también son afectados, eso causa el enojo de los vecinos y causó el incendio de las unidades. Estos actos no están bien”, mencionó.  

En el barrio Bolivariana, en el sector de Calderón, también la UPC fue vandalizada. Aquí el escenario no fue tan grave como la UPC de Calderón. Las paredes estaban quemadas, inodoros destruidos, agua por todos lados.  

Yadira Cuichan, jefe del Distrito Calderón 3, mencionó que es un nuevo hecho de violencia en el contexto de las movilizaciones. Cuenta que se encontraba en la UPC de Calderón junto con dos compañeros. A las 19:00 fueron alertados por los vecinos que alrededor de 300 personas se dirigían con piedras y palos para destruir la UPC.  

“Tuvimos que evacuar con el personal para precautelar nuestra seguridad. A causa de los enfrentamientos, los manifestantes querían tomarse el Comando de policía y a su paso fueron destruyendo la UPC que estuvo en el camino”.  

¿Cómo se garantizará la seguridad de los moradores? 

Marcelo Cajas, jefe del Distrito de Policía de Calderón, mencionó que, para precautelar a los moradores del sector que se quedaron sin la UPC, el personal policial va a permanecer en el Distrito Calderón y se va a canalizar las alertas a través del sistema del ECU 911.  

Para Cajas el tiempo de respuesta a la comunidad va a tardar cinco minutos más, sin embargo, lo van a reforzar con operativos de control permanente. “Debido a la situación, nuestro personal va a estar alerta para evitar cualquier tipo de violencia hacia la ciudadanía y a los bienes del estado que en este caso son la UPC que son las que brindan la seguridad a la comunidad”.  Actualmente, en la zona de Calderón existen 220 policías que dan seguridad y al ser una zona conflictiva por las manifestaciones se implementó 80 policías más para controlar el espacio público.  

El Gobierno pone condiciones para retomar el diálogo con Leonidas Iza » https://bit.ly/3R220qq

Posted by El Comercio on Wednesday, June 29, 2022

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