A dos horas y media de Quito está la parroquia de Pacto. Los lugareños tienen sus propias versiones sobre el origen del nombre del pueblo. Una de ellas hace referencia a una lucha entre conservadores y liberales en la que participaron los colonos de este sector. La disputa habría terminado con un “pacto de no agresión”.
Ríos, cascadas y vados son los principales atractivos de esta parroquia. Aquí se elaboran los ‘puros’, que son recipientes hechos con calabaza. Estos se utilizaban para almacenar agua, granos y para fermentar la chicha.
Este 27 de marzo, esta parroquia rural celebra un nuevo aniversario con programas culturales.