Quito enfrenta múltiples riesgos debido a su geografía, la acción humana y el cambio climático. En solo una semana se registraron 12 incendios forestales, el más grave en Guápulo, donde se afectaron varias viviendas.
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A inicios de octubre, las lluvias provocaron el desbordamiento de un río en el sur de la ciudad, lo que reveló la vulnerabilidad de la infraestructura.
Cristian Rivera, experto en riesgos, señala que la geografía y topografía de Quito la hacen propensa a incendios, deslaves, erupciones volcánicas y siniestros de tránsito.
Incendios forestales: la amenaza del verano
Cada año, Quito enfrenta incendios forestales por la vegetación seca durante la sequía. En la última semana de septiembre se registraron 12, siendo el de Guápulo el más grave.
Rivera explica que la topografía montañosa dificulta el acceso de los bomberos y que los vientos y la vegetación seca aceleran el fuego. Las quemas de basura agravan la situación. El Cuerpo de Bomberos realiza campañas de concientización, pero se necesita mayor inversión en prevención y respuesta.
El incendio de Guápulo dejó varias casas afectadas. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO.
Deslaves: un riesgo real con las lluvias
Con las lluvias, los deslaves son una amenaza. Zonas afectadas por incendios y la deforestación aumentan el riesgo. Rivera advierte que los asentamientos en quebradas empeoran las consecuencias.
Un ejemplo es el desbordamiento de un río en el sur y el deslave de 2021 en La Comuna. Aunque el Municipio limpia quebradas para mitigar el riesgo, estos esfuerzos no son suficientes.
Personal del Municipio de Quito limpia la huella del desbordamiento de un río en el sur de la ciudad. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO.
Erupciones volcánicas: una amenaza constante
Quito está rodeada por volcanes activos como el Pichincha y el Cotopaxi. Aunque el Cotopaxi ha mostrado actividad, la ciudad debe prepararse para una posible erupción. La caída de ceniza afectaría la salud y el tráfico aéreo.
Los planes de evacuación y la información a la población son cruciales, pero Rivera señala que las campañas deben ser más efectivas.
La actividad del volcán Cotopaxi es monitoreado constantemente por el Instituto Geofísico. Foto: IG.
Siniestros de tránsito: un problema constante
Además de los riesgos naturales, Quito sufre por los siniestros de tránsito. El aumento del parque automotor y la imprudencia generan muchos siniestros. El mal estado de las vías y la falta de señalización agravan el problema.
El cabildo, en colaboración con Bloomberg, realiza controles de velocidad. Sin embargo, los accidentes siguen siendo frecuentes, lo que requiere más educación vial y control.
Los siniestros de tránsito ocurren con regularidad en Quito. Foto: X.
Un fuerte sismo: el mayor riesgo para Quito
Patricia Carrillo, directora de Gestión de Riesgos de Quito, señaló a EL COMERCIO que el mayor peligro que enfrenta la ciudad es un sismo de gran magnitud. A diferencia de un movimiento en masa o una inundación, un sismo es altamente destructivo y causa un daño considerable en cuestión de segundos.
Carrillo explicó que, dependiendo del área afectada, un sismo de gran magnitud puede causar más daño que un año de lluvias intensas.
Rivera dice que un fuerte sismo superficial en hora pico sería falta para la ciudad. Aunque hay lugares de la ciudad que son más vulnerables, como en el Centro Histórico de Quito, o en Solanda, donde hay un historial de debilitamiento del suelo por el paso del Metro.
Un sismo de magnitud 4.2 ocurrió en Quito el 23 de noviembre de 2021. Foto: Archivo / EL COMERCIO.
¿Quito trabaja en la prevención de riesgos?
Cristopher Velasco, experto en riesgos, destaca la importancia de integrar la gestión de riesgos en la planificación urbana.
Señala que es crucial trabajar en la percepción del riesgo de la ciudadanía para desarrollar programas más efectivos.
Recalca que los riesgos no se solucionan solo con simulacros, sino con planificación territorial. Es necesario optimizar recursos y articular la reducción de riesgos con el desarrollo.
Finalmente, subraya que la gestión de riesgos debe enfocarse en la prevención y preparación, generando evidencia para decisiones anticipadas y promoviendo una mejor conducta social.
Patricia Carrillo, directora de Gestión de Riesgos de Quito, afirma que el Municipio tiene varios planes de contingencia, pero reconoce que hace falta una política pública de prevención. Actualmente, trabajan en la creación de esta con base en la normativa existente.
Cómo trabaja el Municipio ante una emergencia
El Plan Metropolitano de Respuesta incluye protocolos para enfrentar incidentes, emergencias y desastres. Según la magnitud de la emergencia, como ocurrió con el incendio de Guápulo, se activa el COE Cantonal para determinar si se necesita apoyo del Gobierno Nacional.
Patricia Carrillo explicó que Quito se construyó de manera desorganizada, sin considerar los riesgos. Existen casas cerca de laderas, zonas propensas a incendios forestales y deslaves. Además, muchas vías son angostas y carecen de veredas.
Históricamente, la población construía cerca de ríos, ya que estos representaban vida, sin considerar los riesgos. Esto ha generado asentamientos desordenados y problemas de planificación territorial.
En cuanto a las vías estrechas, el Cuerpo de Bomberos ha realizado estudios y cuenta con vehículos especializados para atender emergencias en estas áreas. Además, la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) coordina el cierre de vías para facilitar el paso de vehículos de emergencia.
En cuanto a la prevención, se busca que la población reconozca los riesgos y aprenda a protegerse. De esta manera, se espera reducir el número de víctimas y mejorar la respuesta ante emergencias.
Esto, porque es imposible controlar el comportamiento de la naturaleza, pero con los trabajos de prevención se pueden reducir los daños.
A Quito le hace falta aplicar los planes de prevención
Cristopher Velasco mencionó que Quito cuenta con varios planes de contingencia, pero el problema radica en que han sido elaborados por consultorías, lo que impide que las autoridades conozcan completamente los procesos.
Aclara que no es un problema que una consultoría realice los planes, siempre que los técnicos del Municipio sepan cómo ejecutarlos. Además, subraya que estos planes deben alinearse con los ordenamientos municipales, en especial con el Plan de Uso y Gestión del Suelo (PUGS) de Quito, para asegurar su integración con el ordenamiento territorial.
Cree que el Municipio piensa más en la respuesta que en la prevención, esto porque la ordenanza de Gestión de Riesgos es reactiva.
Lo que se debe reconocer, según Velasco, es que Quito tiene una buena capacidad de reacción, tanto en personal, tecnología y economía.
Christian Rivera dice que Quito cuenta con algunos planes de prevención que están en diferentes entidades del Municipio, pero que con las nuevas administraciones no se han actualizado.
Lo que tiene que hacer el Municipio es actualizarlos y ejecutarlos, afirma el experto en riesgos.