Este año, la evasión de la revisión técnica vehicular en el transporte público fue del 1%, según datos de la Secretaría de Movilidad del Municipio. En el 2010, hubo 1 519 conductores de transporte público que no se presentaron a la primera convocatoria para la Revisión Técnica Vehicular. Este año, esa cifra bajó a 250.
Para Bladimir Ibarra, vocero de la Revisión Técnica, el cumplimiento del trámite tiene que ver con el impacto que genera la información difundida en varios medios y la eficacia de los operativos de control. En el primer semestre del 2010, se emitieron 12 794 citaciones y se detuvo a 833 vehículos que no cumplieron el trámite. En el mismo período de este año se registraron 15 095 citaciones y 1 203 detenciones.
Delante del bus 30 de la cooperativa Los Chillos había 15 carros. A las 13:00 de ayer, había cerca de 100 vehículos haciendo fila a lo largo de tres cuadras alrededor del Centro de Revisión Técnica de Guamaní.
Era la segunda vez que Dugal Guaningo, conductor del vehículo, intentaba aprobar la primera revisión técnica. El transporte público debe pasar la revisión técnica dos veces en el año.
La demora en los trámites para legalizar el traspaso de la unidad de transporte, que compró en noviembre del 2010, le impidió acudir a tiempo a la primera convocatoria. Guaningo asegura que pagó USD 12 de multa por no aprobar a tiempo la revisión y USD 25 por no cumplir con la calendarización establecida por la Agencia Nacional de Tránsito.
Para evitar gastos extras en el pago de multas, Nelson Acurio aprovechó los primeros días de julio para tramitar la segunda revisión técnica del bus 2113 de la cooperativa Transplaneta. Este mes, la revisión le corresponde a los vehículos de transporte público con placas terminadas en 1 y 2. El bus que conduce Acurio tiene una placa terminada en 2.
También es el turno para los carros particulares con placas terminadas en 6. En el primer semestre se presentaron a la revisión 215 714 conductores de un parque automotor estimado en 450 000 autos, en el Distrito.
Este es el segundo año en el que se aplica un cronograma para que los conductores asistan cada mes según el último dígito de la placa. Eso ha permitido distribuir el flujo de usuarios que acuden a los centros de revisión para realizar la revisión técnica y la renovación de la matrícula.
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