Una franja amarilla pintada en el piso es lo único que marca el límite entre la calzada y la acera, en un tramo de la calle Queseras del Medio, en el sector del Hospital Militar. En el lado norte de la vía hay sectores en los cuales el bordillo no existe y en otros es prácticamente imperceptible.
Los trabajos de repavimentación en varias calles de la ciudad han elevado varios centímetros el nivel de la calzada. Eso causó que en algunos casos el pavimento quede a la altura que la acera.
Silvia Anchico es una persona no vidente. El pasado miércoles caminaba por la acera de la Queseras del Medio, con la ayuda de un bastón. Un familiar la acompañaba. Explicó que cuando camina por la ciudad utiliza el bastón para orientarse y saber si adelante suyo hay un obstáculo o si está al filo de la vereda. Pero sin bordillos que marquen el límite de la acera, el bastón de Anchico resultó inútil. Tuvo que cruzar del brazo de un familiar.
Germánico Pinto, gerente de la Empresa de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), explicó que en los primeros contratos que se firmaron para la ejecución de obras de repavimentación, el año pasado, no se incluía la nivelación de alcantarillas y la reconstrucción de bordillos como obras complementarias. “En esos casos, la Epmmop tuvo que realizar los trabajos. Pero ahora esas obras son parte de los contratos”.
El pasado miércoles, una cuadrilla de obreros trabajaba en la reconstrucción de los bordillos del parterre de la av. Eloy Alfaro, a la altura de la calle Guangüiltagua. Uno de los trabajadores explicó que los bordillos se construyen con una altura de 20 cm desde el filo de la calle.
Mientras los trabajos avanzan en el parterre, en los filos de las aceras, los bordillos son casi inexistentes a lo largo de la avenida. En la esquina de la Eloy Alfaro y Portugal hay una parada de transporte público. Mientras Yiomaira Rosero esperaba el bus, comentó que la poca diferencia entre la altura de los bordillos y de la calzada, es aprovechada por los conductores para parquear sus carros sobre las aceras. “Hay veces que nos toca bajar a la calle”.
Frente al centro infantil San Francisco de Quito, en la calle Cochapata, luego de la repavimentación, los bordillos quedaron destruidos. Jhonatan Ruiz, guardia de seguridad, aseguró que hace un mes y medio se nivelaron las alcantarillas. Sin embargo, hay restos de material de construcción que no fueron recogidos. La repavimentación también borró las líneas del cruce cebra frente al centro educativo.
Hay avenidas que fueron intervenidas, donde los sumideros ya se encuentran reconstruidos y a la altura de la calzada. Pero aún hay sectores donde no se han realizado las correcciones. En la calle Gualberto Pérez, en el sector Chiriyacu, luego de la repavimentación, un sumidero no fue nivelado y en el lugar quedó un agujero de aproximadamente 1 m². Los vecinos colocaron llantas en el hueco como advertencia.
Lo mismo se observa en la esquina de la av. Solanda y Cardenal de la Torre. Raúl Duche, chofer, aseguró haberse encontrado con estos baches formados por las alcantarillas desniveladas en más de una ocasión. Explicó que por esquivar el hueco, algunos conductores realizan maniobras bruscas o frenazos que pueden causar un accidente. “Se debería completar bien las obras”.
Otro problema es el robo de las rejillas y la rotura del pavimento cuando se realizan acometidas en la red de alcantarillado y agua potable. “Para esto, el dueño de casa necesita un permiso que se debe tramitar en la Empresa de Agua Potable, desde donde se coordina con la Epmmop para luego restituir el pavimento. Si la obra tarda mucho o se realiza sin autorización, la Epmmop interviene y luego se recarga el costo de los trabajos al dueño de casa”, dijo Pinto.
Según la Epmmop, en el 2011 se registraron 150 pozos y 350 sumideros alzados. La Epmmop no dispone de datos certeros sobre los pozos y sumideros que faltan por nivelar en la ciudad. Ese registro se va levantando a medida que concluye la repavimentación de las avenidas y calles.
La red vial del Distrito
En el 2011, el Municipio invirtió USD 3 461 920 en el bacheo de 461 650 huecos, en 2 933 calles de la ciudad, como parte del plan de mantenimiento vial.
La repavimentación tiene una duración de al menos 10 años; el recapeo, entre 5 y 6 años; el bacheo, 2 años y el bacheo de emergencia, entre 2 y 3 meses.
Según la Epmmop, del 40% de las vías deterioradas (700 km), se han intervenido 225 km con repavimentación. La inversión fue de cerca de USD 20 millones.
Para reportar los daños en el pavimento, bordillos y alcantarillas se puede comunicar a la línea gratuita 1 800 366 677.