Una larga fila de usuarios se extiende por los pasillos de la Terminal de Quitumbe a la espera de conseguir un boleto. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Un intenso movimiento se registra desde las 18:30 en la Terminal de Quitumbe, en el sur de Quito. Decenas de turistas buscan un boleto para viajar a sus ciudades de origen, visitar a la familia o abandonar la rutina de la capital.
Víctor Romero llegó pasadas las 17:00 de hoy, viernes 30 de octubre, a Quitumbe. Es de los últimos usuarios de una larga fila que se extiende por los pasillos de la terminal. Todos intentan comprar un pasaje a Santo Domingo.
“Trabajo en una empresa de fundiciones. “No pude salir antes. Por lo menos tengo unas dos horas de espera, como mínimo”, comentó a este Diario.
En una decena de ventanillas se exhiben carteles con una frase -quizá decepcionante- para aquellos turistas que solo quieren abandonar la ciudad: ‘No hay pasajes para hoy‘.
Marcia Tenorio llegó con su esposo a las 16:00. Hasta las 18:00 no conseguían boletos para viajar a Esmeraldas. La pareja se quejó del aumento del precio de los tiquetes. “Nos quieren cobrar entre USD 13,25 y USD 14,50. Se abusan por el feriado. Alguien debería controlar esto. En días ordinarios el pasaje a Esmeraldas cuesta USD 9”, lamentó Tenorio.
Sin embargo, Marco Hernández, dirigente de Transportes Occidentales, señaló que la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) permite el incremento de hasta un 50% del valor cuando las cooperativas sacan unidades extras. “Esto sucede únicamente en los feriados”, aclaró el dirigente.
Esa medida consta en la Resolución 007-DIR-2012-ANT.
La cooperativa Occidentales tiene copado el servicio hasta mañana, sábado. Por lo general utilizan entre 12 y 14 buses, pero para estos días aumentaron cinco frecuencias más.
Ciudades de la Costa ecuatoriana, como Manta, Esmeraldas, Pedernales, Guayaquil o Babahoyo son los destinos más solicitados por los usuarios.
Sin embargo, en la terminal también se registran largas filas, de al menos 50 personas, para ir a la provincia de Chimborazo (Alausí, Guamote, Colta…).
Mientras eso ocurre en el interior de la terminal, afuera, en las plataformas de embarque, personal de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) controla el estado de los autobuses. Los uniformados revisan el labrado de las llantas, las luces, el extintor… o si el conductor está bajo efectos del alcohol.
Una docena de policías nacionales también llegó a Quitumbe para evitar posibles hurtos de maletas, bolsos y bultos que los turistas utilizan para viajar.
Para los usuarios, la espera se hace más llevadera con libros y juegos. Otros prefieren tumbarse en el piso hasta que les toque el turno de salir.