En la plaza de Santo Domingo, en el Centro Histórico de Quito, continúan los trabajos en las aceras. Foto: María Belén Merizalde / EL COMERCIO
A pocos metros del tradicional Arco de La Reina, en la plaza de Santo Domingo, una lona verde recubre los trabajos que se realizan, desde el pasado 20 de enero, sobre una de las aceras.
En ese espacio funcionaba una de las paradas del sistema de transporte Trolebús. Sin embargo, con la construcción de las nuevas estaciones para embarque y desembarque de pasajeros de los biarticulados, esa parada quedó allí.
Los trabajos de derrocamiento se iniciaron el pasado sábado 20 de enero, pero aún se requiere reponer el material que conforma esa vereda para dejar un espacio apto para los peatones.
Mariela Luna tiene un pequeño negocio por el sector y por ello espera que los trabajos terminen lo más pronto posible. “Esa lona genera más inseguridad de la que ya hay aquí. Ojalá terminen rápido y la vereda quede completamente libre”, anotó.
Por ahora los peatones caminan por detrás de la lona y otros prefieren bajar a la calzada y sortear a los vehículos que circulan por el lugar.
Pero esta no fue la única estructura derrocada. Dos arcos que conformaban lo que fue la parada Chimbacalle también fueron demolidos.
Ulpiano Vergara quien vive en La Colmena, un barrio aledaño a donde se ubicaba la parada, sostuvo que era muy necesario que se derribe esa estructura para generar una imagen agradable. “Estas son calles coloniales y no podía quedar eso desentonando con todo”, anotó.
Ahora en el recorrido que realiza el Trolebús existen 44 paradas más amplias, con iluminación led y cristales transparentes para generar mayor seguridad en los usuarios.