En la avenida Simón Bolívar evalúan sitios críticos

A los lados de la avenida Simón Bolívar hay taludes que están en condiciones de riesgo. Cerca al puente de Guápulo una piedra destrozó un carro. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

A los lados de la avenida Simón Bolívar hay taludes que están en condiciones de riesgo. Cerca al puente de Guápulo una piedra destrozó un carro. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

A los lados de la avenida Simón Bolívar hay taludes que están en condiciones de riesgo. Cerca al puente de Guápulo una piedra destrozó un carro. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

En promedio, 120 000 vehículos diarios circulan por la av. Simón Bolívar. La vía está bordeada de taludes, y más de una vez se han registrado deslizamientos que han dejado pérdidas humanas. En esta arteria vial, donde el jueves (2 de enero del 2020) la caída de una piedra se cobró una vida más y dejó a tres personas heridas, se han identificado 50 puntos de riesgo.

Solo basta circular por la avenida, levantar la mirada y toparse con pendientes con huellas de deslizamientos o, a su vez, con rocas que parecerían estar sujetas por un frágil soporte. Ayer, luego de la muerte de la ocupante de un vehículo de la Empresa Pública Metropolitana de Servicios Aeroportuarios y Regímenes Especiales (Epmsa), que se movilizaba en sentido norte-sur, personal del Municipio de Quito emprendió una evaluación de los taludes.

En principio, en el lugar de la tragedia, a 50 metros del puente de Guápulo, se colocaron barreras jersey de hormigón, acompañadas de una cinta que alertaba sobre el peligro. Aunque la circulación vehicular permaneció habilitada.

Fernando Pazmiño, gerente de Obras Públicas de la Epmmop, dio cuenta de que se colocarían 50 metros de barreras para precautelar la seguridad en el carril sur de la vía. No será la única medida, pues se trata de un talud inestable.

Un equipo de técnicos y especialistas se trasladó a la parte superior de la montaña, para determinar el comportamiento y condiciones del drenaje superior de las cunetas de coronación. Y notaron que hay espacios donde fluye el agua producto de la época invernal.

De ahí que, según Pazmiño, la situación obliga a realizar nuevos estudios, pues aseguró que ya con antelación han ejecutado análisis de taludes, sobre todo, en las vías más críticas, como Simón Bolívar, De los Conquistadores y Oswaldo Guayasamín. Se refirió a que los 50 puntos de riesgo fueron identificados en un estudio realizado años atrás y que se contempla una actualización.

En la Simón Bolívar, la preocupación por la seguridad es patente. Apenas a unos metros de una de las pendientes está el ingreso al barrio San Isidro de Puengasí (sentido sur-norte) y el control de una operadora de taxis. Julio Castro, de 60 años, conduce a diario un taxi con rumbo a los valles, a Calderón y a barrios aledaños a la arteria vial.

“Soy una posible víctima”, exclama al recordar la muerte ocurrida el jueves. Son 26 compañeros que a diario y en repetidas ocasiones circulan por la vía. Son testigos de imágenes como la del kilómetro 90, donde se distinguen restos de lonas verdes. Estas fueron colocadas luego de que años atrás el talud se fuera abajo.

Pero no solo para ellos son visibles las huellas de deslizamientos, como el del 2011, en el que cinco personas fallecieron luego de ser sepultadas mientras circulaban en sus vehículos, a la altura de La Forestal.

Algunos taludes, como el del kilómetro 70 (norte-sur) ya han sido intervenidos. Este luce recubierto por un manto de concreto. Mientras, en otros más pequeños, como a unos metros de la Casa de la Selección, en ambos sentidos, ayer había montículos de tierra.

A la altura del mirador de Cumbayá, en cambio, un equipo de bomberos y personal de la Epmmop evaluaba la situación de una roca de dos por tres metros ubicada en el talud. El Municipio informó que se determinó que no hay riesgo inmediato, así que se planificará el cierre de la vía un fin de semana para desprenderla con herramientas manuales y posteriormente demolerla.

Pazmiño remarcó que no hay que olvidar que el comportamiento natural es impredecible y no permite tomar precauciones al 100%. Sin embargo, el estudio arrojará condiciones de tratamiento. Ofreció que en no más de 15 días intervendrán con procedimientos de remediación: extraer rocas inestables, peinado de talud y estabilizar a través de malla de acero y anclaje con concreto.

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