19 rutas de cuidado, en las alturas de Quito

Vinicio Sarango, del GIR, alista el equipo. Foto: Julio Estella / EL COMERCIO

Vinicio Sarango, del GIR, alista el equipo. Foto: Julio Estella / EL COMERCIO

Vinicio Sarango, del GIR, alista el equipo. Foto: Julio Estella / EL COMERCIO

A la montaña hay que tenerle respeto. Ese es el credo de Vinicio Sarango, especialista en rescate del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), porque cada travesía entraña peligros: desde caída de rocas hasta peligrosos resbalones.

Pero no hay conciencia, pues las novedades reportadas en seis elevaciones que rodean al Distrito (Rucu, Pululahua, Ilaló, Guagua, Pasochoa y Antisana) no han sido pocas. Según un registro del Cuerpo de Bomberos Quito, desde el 2017 hasta el 8 de julio del 2019 se registraron 155 extraviados, 60 emergencias, 20 heridos y 4 fallecidos.

Por eso, el policía recomienda extremar los cuidados cuando se visitan estos macizos. Así sea de poca dificultad, es fundamental subir con la vestimenta e implementos adecuados, tener conocimiento del lugar e ir en compañía.

Eso y más se trata de socializar en la campaña Montaña Segura, que cada año realiza el GIR. Para esta IV edición se planean seis excursiones en los sucesivos fines de semana: Pululahua (3 y 4 de agosto), Cuicocha (10 y 11 de agosto), Fuya-Fuya (17 de agosto) y Antisana (24 de agosto).

Las inscripciones son gratuitas y están abiertas hasta el 25 de julio, a través del enlace. Otra novedad: este año se desarrollaron mapas virtuales en 3D, que se pueden descargar en celulares escaneando el código QR, para guiarse durante los paseos.

Si se anota a la campaña, primero debe pasar por una capacitación con el personal del GIR. Allí le dirán, por ejemplo, que no hay ruta fácil, que cada elevación -como recuerda Cristian Rivera, especialista de Riesgos- tiene su dificultad y en esta época aumenta por los vientos y las ventiscas.

Pero, ¿cuáles son las rutas de cuidado en las montañas que rodean a Quito? Los dos expertos coinciden en señalar que en el Rucu está el Paso de la Muerte, un lugar hermoso y peligroso, porque tiene una caída de 150 metros a los lados y cerca de la cima unos 5 metros con rocas puntiagudas.

También hay que tener cuidado en el sector de El Arenal y La Cueva del Oso, donde la gente puede resbalar y caer. En esos puntos hay abundantes tormentas eléctricas.

Otro enclave de respeto es el Guagua. Allí están Quebrada Negra, La Caldera y Ruta del Cráter, donde pueden ocurrir accidentes de alto riesgo.
Lo que más preocupa es que los visitantes desciendan hasta el cráter que, según asegura Sarango, hace dos años fue prohibido el paso. Pero se ignora y se baja hasta con niños, sin pensar en el peligro que entraña el olor a azufre.

En la ruta integral de los Pichincha (Rucu y Guagua) hay un camino marcado, aunque el riesgo está ahí. Primero, porque en el sector de El Arenal caen piedras y en el Padre Encantado, la niebla baja al instante y los excursionistas se pierden si se salen del sendero.

Cerca de la Mitad del Mundo está el Pululahua, uno de los volcanes de más fácil acceso. Allí están los puntos Mirador y Ruta al Volcán, que son riesgosos por su terreno arenoso, con muchas piedras. Alrededor de esa comunidad están varios domos (El Chivo y Pondoña), que para escalarlos hay que ir en compañía. El experto del GIR reitera que “en todos los casos que hemos intervenido ha sido solo por la imprudencia de la gente”.

Y en el cerro Ungüí hay lugares peligrosos como La Chorrera y Antigua Cantera, por el tipo de material que provoca resbalones. En la mitad de la elevación hay un paso lleno de piedras y caídas de agua.

Si van por el Antisana también deben guardar prudencia. Es un volcán de ingreso fácil y puede llegar al hielo que está a 4 900 metros de altitud. ¿Algún peligro? Según el oficial especialista, el coloso tiene dos picos y el escalador debe pasar por el centro, en donde encontrará muchas grietas.

Rivera agrega que el lugar tiene algunas lagunas y las personas que las visitan han caído por la pesca silvestre y han muerto por hipotermia o ahogamiento.

En cambio, el Casitagua posee senderos donde las piedras y el material arenoso hacen que los senderistas resbalen y caigan abruptamente. Hay que tener cuidado en el sector denominado El Solitario, un árbol que está en la parte alta.

En el Pasochoa hay abundante vegetación a lo largo de toda la ruta; sin embargo, los excursionistas cortan camino e ingresan en matorrales espinosos. Y en el volcán Atacazo se pueden extraviar fácilmente en el sector de Las Antenas.

Con estas alertas, los especialistas señalan que los niveles de riesgo están latentes e insisten en que antes se lanzarse a la montaña hay que aprender más sobre ella. Eso le permitirá saber, incluso, en qué sitio de la ruta hay cobertura telefónica y pedir ayuda en el caso de algún imprevisto. Ese conocimiento reducirá los riesgos de la aventura.

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