Cada diciembre -sobre todo el 31 ante la llegada del Año Nuevo-, la pirotecnia es uno de los temas de discusión. Por un lado, están los que la usan y, por otro, aquellos a quienes le preocupa sus secuelas. Este 2025, en la capital, se debe realizar el segundo debate que busca regular la pirotecnia, sobre todo prohibir la sonora, por el Concejo Metropolitano de Quito.
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Concejo debatirá el freno a la pirotecnia sonora
Ya está lista la ordenanza para que en el 2025 se dé un freno a la pirotecnia sonora en Quito. Para el segundo y definitivo debate, se buscará acanzar hacia otras tecnologías.
El concejal Andrés Campaña, presidente de la Comisión de Salud, cree que el Concejo Metropolitano la aprobará. Es un proyecto que reposa desde el 2020, en tiempos de la alcaldía de Jorge Yunda. Sin embargo, se lo retomó en enero de este año.
Campaña tiene dos razones personales para esta medida que, por cierto, recoge los anhelos de organizaciones animalistas y asociaciones de familiares con autismo. También cuenta con la aprobación de ciertos grupos empresariales que se dedican a la pirotecnia y que cree que deben sujetarse a las exigencias de los tiempos contemporáneos.
“Primero, tengo mascotas y he presenciado el sufrimiento de los animales de compañía durante las celebraciones de fin de año. En casa, debemos encerrarlos en el baño y calmarlos, porque el ruido de la pirotecnia los afecta severamente. Segundo, en mi despacho trabaja David, quien utiliza audífonos por problemas de audición. La pirotecnia lo obliga a quitárselos, lo que le genera malestar y afecta su vida social”, dice Campaña.
Esta ordenanza en Quito responde a los graves impactos en la salud humana, la calidad ambiental, el bienestar animal y la seguridad ciudadana. Este marco legal busca transformar las celebraciones tradicionales en actividades más sostenibles, responsables y seguras.
Sin embargo, es un tema complejo. Durante el 2023, solamente en Quito circularon 35,1 millones de dólares. Esta cifra representa un incremento del 65% respecto al año anterior. La pirotecnia es la forma de vida para muchas familias, pero, a su vez, representa un peligro porque en el sector informal no hay todas las medidas de seguridad.
Pirotecnia sonora: un problema de salud y ambiente
El uso de pirotecnia sonora en Quito genera problemas. Según informes técnicos citados en la ordenanza, el ruido de los artefactos pirotécnicos puede alcanzar hasta 160 decibeles, lo que excede ampliamente el límite seguro de 65 decibeles establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Este nivel de ruido no solo afecta a personas con hipersensibilidades, como quienes están dentro del espectro autista, sino también a niños, adultos mayores y otras poblaciones vulnerables.
Estos sonidos tienen un profundo impacto sobre todo en las personas con autismo. Vladimir Andocilla tiene un hijo con autismo y también lidera la Asociación de Padres, Amigos y Personas Adultas Autistas del Ecuador (APADA Ecuador).
Andocilla no recibió la invitación de la Comisión de Salud del Concejo Metropolitano. Sin embargo, dice que está de acuerdo con la ordenanza y espera que el Concejo la apruebe. Para él se trata del desarrollo de las normas de protección a las personas con discapacidad.
En este caso es aún más especial porque “lamentablemente en el Ecuador una de las discapacidades menos protegidas es la psicosocial, pues es invisible“. En el caso de las discapacidades físicas es más evidente el cumplimiento de la protección de sus derechos.
“Una de las características del autismo es la hipersensibilidad sensorial. Creo que mucha gente no dimensiona el impacto, ya que suelen hablar de los efectos en animales, pero poco se menciona a las personas con autismo”, dice Andocilla.
“Los autistas -añade- son personas que procesan la información de manera diferente”. Por eso, cuando hay una sobrecarga de estímulos, “ese procesamiento puede derivar en una crisis”.
En cuanto al ambiente, se destaca un aumento de hasta el 2 800% en las partículas contaminantes durante festividades como Año Nuevo. Estas partículas finas, liberadas por la pirotecnia, representan un grave riesgo para la calidad del aire y la salud respiratoria de los ciudadanos.
Impacto en los animales de la pirotecnia sonora
La ordenanza que discutirá el Concejo sostiene que la fauna doméstica y silvestre también es gravemente afectada. Perros y gatos, por ejemplo, perciben el ruido de los fuegos artificiales hasta tres veces más fuerte que los humanos, lo que les provoca estrés severo, taquicardia y desorientación.
En el caso de la fauna silvestre, la interferencia en sus ciclos naturales y la destrucción de hábitats debido a incendios relacionados con la pirotecnia son algunos de los efectos más graves.
Medidas claves de la ordenanza
La normativa del Concejo prohíbe completamente la pirotecnia sonora en Quito. Solo permite únicamente el uso y comercialización de pirotecnia insonora y de bajo impacto ambiental. Los comerciantes deberán contar con las respectivas licencias municipales, y la fabricación deberá priorizar materiales ecoamigables.
Además, se promoverán alternativas a la pirotecnia tradicional, como espectáculos con luces LED, drones y mapping. Estas iniciativas buscan preservar las tradiciones festivas sin comprometer la salud, el ambiente o el bienestar animal.
Sanciones y controles
Las infracciones a la normativa se clasificarán como leves, graves y muy graves, con multas que van desde 0.5 hasta 5 salarios básicos unificados. Las sanciones incluyen el retiro y destrucción de productos ilegales, así como la posibilidad de conmutar multas leves por trabajo comunitario.
Operativos de control multisectoriales se desplegarán especialmente en fechas de alta demanda, como las celebraciones de fin de año.
En el documento hay tres tipos de sanciones, según la gravedad.
- Infracciones leves: Multas de 0.5 a 1 salario básico unificado (SBU). Ejemplo: uso de pirotecnia insonora en espacios no autorizados.
- Infracciones graves: Multas de 1 a 3 SBU. Ejemplo: uso de pirotecnia sonora en áreas residenciales o venta en lugares no autorizados.
- Infracciones muy graves: Multas de 3 a 5 SBU. Ejemplo: uso de pirotecnia sonora que cause daños significativos a personas, animales o ambiente.
- Medidas adicionales: Retiro y destrucción de material pirotécnico ilegal y posibilidad de conmutar multas leves por trabajo comunitario.
Campañas educativas y transición progresiva
La ordenanza del Concejo de Quito para regular el uso de la pirotecnia sonora también contempla campañas de sensibilización lideradas por diversas entidades municipales. Estas acciones buscan informar a la ciudadanía sobre los riesgos de la pirotecnia y fomentar un cambio cultural hacia prácticas más responsables.
Con esta ordenanza, Quito da un paso hacia la protección integral de su población, sus ecosistemas y su fauna. Las autoridades esperan que este marco regulatorio marque el inicio de un cambio cultural en la forma de celebrar, priorizando la sostenibilidad y la seguridad para todos.
El proceso de la ordenanza contra la pirotecnia sonora
En enero de este año, se realizó el primer debate del proyecto. “Desde entonces -dice el concejal Campaña-, hemos trabajado con 15 instituciones metropolitanas, delegados del Gobierno Nacional, sectores productivos (artesanal e industrial), activistas animalistas y organizaciones de personas con autismo, quienes han aportado en mesas de trabajo”.
Para Campaña, la pirotecnia sonora genera más de 160 decibeles, cuando el umbral humano es de 65 y el de los animales, 85. A partir de 140 decibeles, los daños auditivos son irreversibles. Para personas con hipersensibilidad acústica, como las personas autistas, el impacto es aún mayor. Esto, además de los problemas de salud mental, estrés y ansiedad, genera accidentes de tránsito y otras afectaciones.
La propuesta busca prohibir la pirotecnia sonora. Sin embargo, dice que no se trata de ir en contra de la pirotecnia y que se pretende ir a una transición progresiva para que la pirotecnia cumpla con estándares que respeten las condiciones humanas.
El proceso será el siguiente:
- A 120 decibeles hasta diciembre de 2025.
- A 85 decibeles hasta diciembre de 2026.
- A 65 decibeles para finales de 2027.
La posición de un empresario
John Sanafria, de Sanafria Corp, una empresa con 20 años de experiencia en la pirotecnia de gran escala, reconoce que “estamos muy conscientes de que hay que evolucionar, de que las cosas cambian y que todos tenemos nuestra razón. La idea como sociedad es ponernos de acuerdo”.
“Cuando participé (de las sesiones de la Comisión de Salud), planteé que, como capacitador certificado por las Fuerzas Armadas para emitir carnés de activadores de juegos pirotécnicos, podía ofrecer una perspectiva técnica y profesional”.
Explicó que existen muchos tipos de pirotecnia. Por ejemplo, desde las chispitas en los cumpleaños hasta sistemas más complejos, como los airbags de los vehículos, que también utilizan componentes pirotécnicos. Hay 527 tipos diferentes de artículos pirotécnicos en un Boeing 747, afirma.
“A nosotros nos obligan a tener un control de calidad del producto que importamos y debemos cumplir con las norman INEN e ISSO, debemos tener bodegaje en la zona industrial. Hacemos todo por derecha, sin embargo, hay una producción ilegal y un comercio informal que son el problema fundamental”, sostiene.
La ordenanza es algo bueno, pero “temo que ahora queden bien y luego, cuando pasen más cosas, terminen quedando mal”.
El uso de pirotecnia en Quito ocasiona diversos incidentes con consecuencias materiales, humanas y ambientales. En 2023, se llevaron a cabo 294 operativos de control en los cuales se incautaron y destruyeron 123 574 unidades de pirotecnia ilegal.