¿Han tenido alguna respuesta después de la marcha del 10 de Agosto?
Más que respuestas creo que lo importante han sido las señales y reacciones del Tribunal Contencioso Electoral (TCE) y de la Corte Constitucional (CC). El hecho de que el TCE esté avanzando en su proceso para exigir y pedir que su sentencia sea acatada es una señal importante. Es una de las vías mediante la cual esperamos que se dé gobernabilidad. La otra es la selección de la sala en la que será tratado el recurso presentado por el señor Guarderas y el presentado por nosotros también.
Entonces, ¿si se ganó algo con esa movilización?
Sí. Creo que ese espacio de expresión de quiteños y quiteñas tuvo eco tanto en el TCE como en la CC. Lo que no significa una presión, en absoluto. Estamos a la espera justamente de que se aceleren y se resuelva en el menor plazo posible esta preocupación.
En la marcha se vio un apoyo indiscutible a que Santiago Guarderas se quede en la Alcaldía. ¿Por qué?
Más que un apoyo hacia el señor Guarderas o hacia el señor Yunda, nuestro pedido como sector productivo es que se nos devuelva la gobernabilidad. Como Cámara hemos dicho que los problemas de Quito van más allá de ellos, es porque no existe una estructura dentro del Municipio para poder gestionar los problemas que demanda la ciudad. Es una estructura muy costosa, ineficiente y que tiene un nivel de endeudamiento elevado. No tenemos una hoja de ruta.
¿Qué pasó con las mesas de trabajo que se instalaron los primeros días que Guarderas estuvo en la Alcaldía?
Más allá de eso, el hecho de haber convocado a 50 colectivos de diferentes sectores es una propuesta que debe evolucionar. A eso me refiero cuando digo que esto va más allá del Alcalde de turno. Se requiere que Quito tenga una agenda y guíe el futuro de la ciudad. Que no tengamos planes de gobierno de cada alcalde sino uno solo de la ciudad.
Buscarán más consensos
Dentro de los siguientes días estaremos dando las señales de que se ha conformado un colectivo y sobre esta base generar propuestas que permitan ser ese contrapeso, esa veeduría y ese nivel de exigencia al Alcalde y al Concejo sobre los proyectos de ciudad.
¿La crisis del Municipio está afectando al sector productivo y comercial?
Claro que sí. Quito tiene el doble del nivel del desempleo del promedio nacional. El nivel de impacto de la crisis y la pandemia fue principalmente en Quito: USD 11 000 millones de pérdidas en el sector productivo de la capital. Sin medidas u ordenanzas para la reactivación económica va a ser difícil que se pueda recuperar la confianza que tanto necesitamos para generar empleo.
¿Qué urge al sector productivo de la urbe?
Facilidades. En Guayaquil existen ya ordenanzas que han permitido aliviar la carga que tienen los negocios más afectados por la pandemia, como restaurantes, hoteles y pequeños comercios. En el caso de Quito no existe una ordenanza que permita esa reactivación. Esas señales se requieren para recuperar el empleo que lo da principalmente el sector privado. Lo que necesitamos del Gobierno Nacional y del Municipio es la confianza, estabilidad, pero sobre todo apoyo para los más afectados.
Surgieron nuevos emprendedores, ¿qué requieren para que se fortalezcan?
Generar respuestas claras. Recordemos que 7 de cada 10 ecuatorianos no tienen un empleo adecuado y por eso es muy importante generar modalidades contractuales que permitan incorporar a los jóvenes al empleo, pero también apoyar al emprendimiento con espacios de consejería y entrenamiento pero también a través de financiamiento.
¿Cómo es su relación con el alcalde Jorge Yunda?
No hemos mantenido reuniones. Lo que hoy requerimos es que se nos devuelva la claridad, la gobernabilidad con el Alcalde que se defina.
Su trayectoria
Ing. Químico de la Escuela Politécnica Nacional, con maestría MBA en la Universidad de Quebec y Montreal. Ha participado como consultor. Presidente del Instituto Ecuatoriano de Gobernanza Corporativa.