Conducir con prudencia y a la defensiva es vital en épocas lluviosas

El 24 de octubre, el paso deprimido del sector de la Y se inundó por la fuerte lluvia. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

El 24 de octubre, el paso deprimido del sector de la Y se inundó por la fuerte lluvia. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

El 24 de octubre, el paso deprimido del sector de la Y se inundó por la fuerte lluvia. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

En medio del periodo de transición entre la época seca y la lluviosa en Quito, es recomendable que los conductores tomen precauciones para evitar accidentes en las vías urbanas y periféricas del Distrito.

Los chequeos para garantizar que el vehículo está en buen estado son necesarios. Por ejemplo, se debe verificar que las plumas estén a punto y se debe lavar el parabrisas con desengrasante, para mejorar las condiciones de visibilidad en medio de la lluvia. También verifique que su sistema de aire acondicionado o de ventilación estén funcionando para accionarlos mientras conduce y así evitar que se empañen los vidrios.

Verifique que la intensidad de las luces delanteras, direccionales, de parqueo y ‘stop’ estén en el nivel adecuado. Recuerde que tanto cuando llueve, cuando hay neblina o empieza a oscurecer, debe accionar las luces delanteras para que los demás conductores divisen claramente su auto. Algunos vehículos tienen luces especiales para activar en caso de neblina. Tome en consideración que es importante que alumbre su camino sin deslumbrar a los demás usuarios de la vía. Además, cuando hay oscuridad, la percepción de distancia se afecta y las luces ayudan a lograr un equilibrio.

Realice una alineación y balanceo de sus llantas y revise que todas, incluida la de emergencia, tengan suficiente aire y que el labrado de cada una tenga mínimo 1,6 milímetros de profundidad.

Mientras conduzca bajo la lluvia o en vías mojadas es mejor aumentar la distancia con otros vehículos, reducir la velocidad y evitar giros bruscos del volante, frenazos o acelerones. Este tipo de acciones aumentan el riesgo de accidentes, porque evitan que el conductor tenga suficiente control sobre el vehículo.

Si detecta charcos es mejor evitar pasar sobre ellas, porque pueden propiciar el efecto de ‘aquaplaning’, que implica que si un vehículo circula a velocidad sobre uno de ellos, se deslice sobre el agua y se pierda el control del vehículo. Si llega a experimentar una situación de ese tipo, lo recomendable es dejar de acelerar poco a poco y tratar de guiar el volante con firmeza para evitar desvíos y percances con otros vehículos o estructuras.

Si pasa cerca de pasos a desnivel, evite entrar en ellos en caso de lluvias fuertes. Cuando estas caen, es posible que los pasos deprimidos se inunden y el vehículo quede atrapado allí.

En caso de sentir inseguridad frente a una lluvia excesiva, niebla o granizo, se recomienda buscar un sitio seguro para detenerse y esperar a que mejoren las condiciones para continuar manejando.

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