La obligación de salir por la puerta de atrás, en los buses, divide criterios

Los usuarios deben salir por la puerta de atrás de los buses. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

Los usuarios deben salir por la puerta de atrás de los buses. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

¿Quién no ha escuchado el típico salga por la puerta de atrás, estando a unos pasos del chofer? Los usuarios de algunas líneas de transporte urbano de Quito lo viven a diario y eso ha generado una división en dos grupos: los que están en contra de esa medida y los que la apoyan.

En cualquier caso, en la Agencia Metropolitana de Transporte (AMT) indicaron que no hay ninguna clase de sanción a las cooperativas que no aplican esa medida, pero recomiendan que lo hagan porque se crea orden y disciplina entre los usuarios.

Un grupo de pasajeros está en contra. Dicen que las molestias son recurrentes cuando el conductor de un bus solo detiene la unidad cuando el usuario sale por la puerta de atrás.

"Como no molestarse si la mayoría de veces el bus está repleto y toca pedir permiso a casi todos los ocupantes de la unidad, para poder salir", relata Antonieta Guzman, usuaria frecuente de la línea Camal Hipódromo.

Eduardo Esparza, pasajero de la línea Guajalo-Universidad Central, agrega: "A codazo limpio hay que ir hacia la parte posterior del bus y pedir al chofer que pare bien pues a veces se detiene solo por segundos. Y la gente que se demora en cruzar todo el pasillo atiborrado de pasajeros se queda colgada, sin poder bajarse en la parada que quería".

Son dos ejemplos de personas que no están de acuerdo con que la salida del bus sea exclusivamente por la puerta de atrás. A todas sus explicaciones se suma una más: Cuando los choferes están atrasados no hacen caso del timbre de parada y se detienen donde quieren, concuerdan Guzman y Esparza.

Pero también están los usuarios del otro grupo, aquellos que aplauden la medida porque, según dicen, se disciplina a la gente.
Priscila Congo, pasajera de la línea Guajalo-Seminario Mayor, indica que para algo hay dos puertas, la una para subir y la otra, para bajar.

En cambio, Jessica Zambrano pondera el orden que se genera al subir por la puerta delantera y al bajar por la de atrás. Sostiene que los procesos de embarque y desembarque de los pasajeros se agilitan.

Carlos Barragán es conductor de la línea Guajaló-Seminario Mayor desde hace ocho años. El hombre, de 37 años, precisa que la costumbre de subir por la puerta delantera y bajar por la de atrás la aplican hace algunos meses para que la gente no se choque al intentar subir y bajar por la misma puerta.

Pero también porque "el contador registra el número de personas que suben y bajan, y con eso cuadramos la caja común", comenta Barragán.

Ante la queja de que estando cerca de la puerta de ingreso no se permite que salga ninguna persona, Antonio Pereira, controlador de la línea Selva Alegre-Universidad Central, reitera que cuando ven que a un adulto mayor o a una embarazada, con gusto abren la puerta delantera.

¿Quizá lo hacen para evitar una sanción? No hay sanción, indica Barragán, "lo hacemos para incluso evitar que los ladrones hagan de las suyas y ante un amontonamiento de gente empiecen a robar".