En 2024, Quito vivió momentos que definieron su rumbo, afectaron su ánimo y dejaron huella en la memoria colectiva. Desde avances en movilidad hasta retos climáticos y sociales, la capital cerró el año con sus pros y sus contras o, mejor dicho: lo bueno, lo malo y lo incómodo, en un balance de fin de año.
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Un año del Metro: orgullo de un Quito que se moderniza
La inauguración del Metro de Quito, el 1 de diciembre de 2023, marcó un antes y un después en la historia de la movilidad. Con una extensión de 22 kilómetros y 15 estaciones, esta obra representa el mayor proyecto de infraestructura en la capital ecuatoriana en décadas.
El alcalde Pabel Muñoz declaró el 22 de octubre de 2024: “El Metro no es solo una solución de transporte, es un cambio cultural para los quiteños”. Según datos del Municipio, el Metro transporta a cerca del 6% de la población, que se conecta con los extremos norte y sur de la ciudad en menos de 40 minutos.
Sin embargo, su impacto también genera debates. Mientras los usuarios elogian la rapidez y comodidad del servicio, otros critican la falta de integración con el sistema de transporte público convencional. María Fernanda García, usuaria frecuente del Metro, señaló el 14 de agosto: “Aunque el Metro es eficiente, no siempre es fácil llegar a las estaciones desde ciertos sectores”.
El aspecto financiero también es un punto de discusión. Un informe del 14 de diciembre destacó que el presupuesto municipal se ha visto limitado por los costos de operación del Metro, lo que afecta otras áreas prioritarias de la ciudad.
Lo malo: incendios y cortes de luz y agua
Septiembre y octubre trajeron desafíos significativos para Quito. Una serie de incendios forestales afectaron gravemente varios sectores. El más devastador fue el de Guápulo, donde las llamas avanzaron hacia zonas residenciales como Bellavista y González Suárez. Según el Cuerpo de Bomberos de Quito, el incendio, que comenzó el 24 de septiembre, consumió más de 100 hectáreas de vegetación.
Jazmín Trujillo, residente de Guápulo, relató el 26 de septiembre: “Fue aterrador ver el fuego tan cerca de nuestras casas; los bomberos hicieron un trabajo heroico”. A pesar de los esfuerzos, también se registraron incendios en sectores como El Panecillo y Carcelén.
La sequía prolongada exacerbó la situación, provocando cortes de luz programados en octubre. Las medidas evitaron un colapso del sistema eléctrico, pero los ciudadanos expresaron su frustración. Carla Gutiérrez, comerciante del Centro Histórico, afirmó el 3 de noviembre: “La falta de información clara sobre los horarios de los cortes nos afectó mucho”.
Además, la escasez hídrica llevó a la Empresa Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps) a implementar racionamientos de agua en diversos barrios de Quito. Desde septiembre, más de 95 barrios enfrentaron cortes de agua de hasta 12 horas, que afectó la vida cotidiana de miles de quiteños. El alcalde Muñoz anunció el 9 de diciembre el fin de estos racionamientos, gracias al incremento de las lluvias.
Lo incómodo: obras públicas al finalizar el año
El cierre de 2024 estuvo marcado por la ejecución de obras públicas. Entre los proyectos destacados se encuentran la rehabilitación vial de los carriles exclusivos de la Ecovía y la planificación de un nuevo intercambiador en la avenida Mariscal Sucre y Mariana de Jesús.
Aunque las autoridades resaltan la importancia de estas obras para mejorar la movilidad, los ciudadanos expresaron molestias por los embotellamientos y las interrupciones generadas y la acumulación de intervenciones en diciembre. José Luis Carrillo, residente de La Floresta, comentó el 8 de diciembre: “Entendemos que las obras son necesarias, pero el caos vehicular diario afecta nuestra calidad de vida”.
Muñoz reconoció el impacto negativo de estas intervenciones, pero enfatizó su necesidad para el desarrollo de la ciudad. “Estamos priorizando la recuperación vial y proyectos de movilidad sostenible, pero sabemos que esto conlleva sacrificios temporales”, declaró el 15 de diciembre.
Sin embargo, algunos proyectos han sido cuestionados por su ejecución. El intercambiador de la avenida Mariscal Sucre y Mariana de Jesús, por ejemplo, fue pospuesto debido a errores en su diseño inicial, que generó críticas hacia la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop).