Tres aficiones marcan la vida del quiteño Mario Paz y Miño: el andinismo, las leyes y las letras. En todas se destacó.
El primero tuvo sus inicios cuando tenía seis años. Junto a su vecino, el recordado andinista Enrique García, recorría las quebradas del Censo y las del Machángara, cerca de la calle Los Ríos, donde residía con su familia. Su afición por el montañismo se oficializó a los 16 años, cuando ascendió a El Corazón.
A esa edad Paz y Miño conjugaba su pasatiempo con los estudios secundarios en el Colegio Benalcázar. Él es parte de la primera promoción de egresados.
Desde ese momento, coronó varias montañas del país y de México. Para Paz y Miño, el andinismo es un deporte formativo que exige mucha disciplina.
A él le debe el acercamiento con su esposa Haideé Alvarado, quien fue su compañera en la universidad y con quien lleva 47 años de matrimonio. Tienen tres hijos (Mario, Álex y Gabriela) y seis nietos.
También el andinismo le hizo vivir momentos trágicos, como la muerte temprana de su amigo Enrique García.
Con lucidez recuerda la fecha, septiembre de 1961. García se perdió con cuatro japoneses cuando regresaban de la cumbre del Chimborazo. Con cinco personas, Paz y Miño armó un equipo de rescate. “El presidente José María Velasco Ibarra nos declaró héroes nacionales”.
La segunda de sus pasiones son las leyes. Luego de graduarse en el Benalcázar, estudió Jurisprudencia en la Universidad Central.
Se inclinó por los asuntos mercantiles. Bajo esa especialización abrió su despacho legal.
Al inicio fue una oficina adjunta a la de sus amigos andinistas, algunos de los cuales participaron en el rescate de García. Años más tarde, la pequeña oficina se transformó en Paz y Miño Asesores. Su segundo hijo, Álex, y su esposa, también abogada, dirigen el bufete. Durante 35 años también ha ejercido la cátedra universitaria.
Estos dos oficios le dieron suficiente hilo para escribir los cuatro libros que ha publicado.
En sus obras consta la novela ‘En la Cumbre’, en la cual relató parte de la vida de su amigo Enrique García. También los textos de especialización, ‘Casos y Alegatos Societarios’ y ‘Títulos Valor’. El 16 de noviembre pasado presentó su última obra, ‘Títulos Valor Otro Enfoque’. “Ya preparo otro libro, esta vez sobre obligaciones”.
La habilidad para escribir dice “es un gen de su familia”.
Lo transmitió su padre, quien escribía bajo el seudónimo de Juan Jota. La heredaron sus hermanos Juan y Oswaldo, conocidos periodistas. En la línea de escritores también están sus sobrinos Juan, César, Isabel y María Eugenia.
En esta instancia de su vida, Mario Paz y Miño quiere dedicarse a escribir y dar clases.
“Lo haré hasta que las fuerzas me permitan”. Aún hace deporte, sale a trotar, nadar y practica gimnasia. Eso le permite estar activo.