El Quinche es un sinónimo de fe y devoción

Infografía con la descripción y cronología del Santuario de el Quinche. Fuente: Arquidiócesis de Quito / Ing. Pablo Montenegro Osorio / Guía Arquitectónica de Quito / EL COMERCIO

Infografía con la descripción y cronología del Santuario de el Quinche. Fuente: Arquidiócesis de Quito / Ing. Pablo Montenegro Osorio / Guía Arquitectónica de Quito / EL COMERCIO

Cada año, la devoción a la imagen de la Virgen de El Quinche convoca a miles de fieles católicos al santuario edificado en su honor. En 1588, a pedido de la comunidad de Lumbisí, Diego de Robles trabajó la imagen, de 62 cm de alto, tallada en cedro colorado, de fina policromía y bañada en pan de oro. La Virgen, de tez trigueña, lleva una escultura del Niño Jesús sobre su brazo izquierdo y un cetro sobre la mano derecha.

La Virgen permaneció durante 14 años en una cueva que fue adecuada como santuario por los pobladores de Oyacachi. Ellos relataron que la Virgen se les apareció en tres ocasiones y le atribuyen el milagro de liberarles de una plaga de osos. Según los relatos, eso ocurrió días antes de que la escultura llegara al pueblo.

Desde Quito y la Sierra central comenzaron las romerías hacia Oyacachi, atravesando un difícil y peligroso terreno. Por orden del Obispo, el padre Diego de Londoño trasladó la imagen a la parroquia de El Quinche en 1604. El Cabildo de Quito la declaró Patrona de la ciudad, en 1632.

La construcción del santuario actual, en cal y ladrillo, se inició en 1902. Ocupa un área de construcción de 2 049 m². Tiene una capacidad para 3 556 personas de pie y 966 sentadas. Frente a la iglesia se habilitó el Campo Mariano, con una superficie de 8 000 m² y capacidad para 30 000 personas.

Los peregrinos, que buscan la protección divina, caminan principalmente durante la noche, utilizando las cuatro vías asfaltadas y caminos de segundo orden que conducen al santuario. La romería, que se realiza en noviembre, actualmente convoca a cerca de 400 000 personas.

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