Para mí, la libertad está enmarcada en normas. La libertad no es un asunto sin reglas ni normativas y sin una rendición de cuentas.
En nuestro caso, el montañista tiene que responder a sí mismo. Además, no debe agredir a la naturaleza ni a la cultura por creerse libre. Eso es un anarquismo. Yo puedo hacer lo que quiera, pero siempre en el marco de las reglas de conducta.
Asimismo, debe responder a su familia, ya que si se actúa con irresponsabilidad se puede causarle penas y gastos, e incluso dejarla desprotegida.
Eso ocurre, por ejemplo, con quienes se creen que arriba en la montaña es libre de hacer lo que quiere.
A la gente que guío en la montaña le recomiendo estar preparada física, técnica y mentalmente. Solo eso le permitirá sentirse libre cuando asciende hacia una cumbre. En caso contrario, será una aventura riesgosa. Debe estar muy consciente de lo que va a hacer. Ir de excursión es entrar en contacto con la naturaleza, vivir una aventura al aire libre.