Los cuatro mejores proyectos de innovación tecnológica que fueron premiados por los jurados en el último Campus Party fueron inspirados en la problemática de la ciudad, entre ellos, la movilidad y los incendios forestales.
Cuatro proyectos tecnológicos fueron los elegidos del Quito Tech, para que sean incubados como empresas en ConQuito, Agencia Metropolitana de Desarrollo Económico.
Tras un minucioso análisis, se seleccionó a los proyectos que participaron en la cita tecnológica, donde se abordaron temas como robótica, redes sociales, desarrollo de aplicaciones móviles, videojuegos y ‘software’.
Qway, de Jorge Tapia, es una aplicación móvil que muestra las diferentes líneas de transporte de Quito y sus rutas. Tarikú, de Fernando Vásquez, también para ‘smartphones’, permite geolocalizar eventos y establecimientos de interés, cercanos a donde el usuario se encuentre, o en la zona que le interese buscar. Esto, centralizando toda la información de la ciudad y clasificándola dentro de una temática.
La Alerta Temprana de Incendios, de Bryan Vásquez y Mario Gordón, consiste en la implementación de un sistema de monitoreo en tiempo real, mediante sensores. La idea nació de la última emergencia que vivió la ciudad, por el verano.
Según Sergio Ochoa, director ejecutivo de Conquito, entre los beneficios que estas empresas recibirán al ser incubadas están asesoría técnica, promoción y publicidad, ruedas de negocios y la presentación de sus proyectos con autoridades de los gobiernos central y local. Aquí se detallan dos de esas innovaciones.
Aplicación promueve el uso de los buses
A Jorge Tapia, un embotellamiento hace dos años, le produjo un retraso a una clase en la Universidad San Francisco y le generó una idea que puede ayudar a solucionar uno de los principales problemas de la ciudad. Ahora, a sus 27 años está más empeñado en solucionar las dificultades para desplazarse por las vías de la ciudad.
Qway es el nombre que con el cual bautizó a su invención. Se trata de una aplicación para dispositivos móviles (‘smartphones’) que muestra información sobre las diferentes líneas de transporte de Quito y sus rutas.
Para Tapia, el objetivo principal de esta propuesta es permitir a los quiteños buscar las rutas de transporte público para llegar de un lugar a otro. Este sistema es parecido al Google Maps del iPhone, que muestra la ruta que puede hacer un vehículo por las calles y avenidas de la ciudad.
Lo que le diferencia a este programa es que está diseñado para promover el uso del transporte público, no que muestre cómo manejar, además de invitar al ciudadanos a utilizarlo.
“Nosotros no nos metemos con el reporte del tránsito que ya está creado, sino que cada persona pueda crear su propia ruta, a través de la información de la líneas públicas”.
En esta aplicación se pueden encontrar, mediante un buscador, dónde están ubicadas las paradas de transporte público, así cómo los horarios de salida y llegada y la duración del recorrido.
“Lo que menos tenemos en la ciudad es información de cómo movilizarnos , así que nuestro invento es una oportunidad para ahorrar tiempo y no perdernos”.
Otra de las ventajas de esta aplicación es que se puede combinar las rutas. Si uno no pudo coger un bus, el sistema te puede avisar cuál es la estación más cercana de BiciQ y dar instrucciones de cómo llegar, en cuatro años será parte del Metro de Quito.
Kako Vera, de 38 años, ve esta aplicación no solo como un proyecto de emprendimiento, sino como una oportunidad de mejorar las condiciones del ciudadano como principal benefactor.
Como diseñador interactivo de Qway piensa que se puede mejorar la producción laboral. La razón: un plan con las instituciones públicas y privadas para que sus empleados puedan tener un mejor manejo de su tiempo.
“Lo que le hace desarrollado a un país, no es que tenga muchos autos, sino que hasta los ricos puedan usar transporte público , como se lo hace en Europa”.
El concepto de funcionalidad de este proyecto duró un año y se pondrá a prueba desde el 2013. En los próximos meses, los autores serán capacitados en manejo de empresas.
Los incendios incentivaron su propuesta
Su tema de plan de tesis se convirtió en un proyecto de vida para Bryan Vásquez, de 22 años, y para su compañero, Mario Gordón. Los dos estudian ingeniería electrónica y telecomunicaciones, en la Escuela Politécnica del Ejército.
Su proyecto tiene que ver con una de las principales amenazas que vivió la ciudad en los tres últimos meses: los incendios forestales. Se trata de una alarma temprana, que consiste en la implementación de un sistema de monitoreo en tiempo real mediante sensores.
Vásquez cuenta que buscando bibliografía para su tesis de grado se encontró con una empresa que brindaba la facilidad de obtener redes de sensores inalámbricos a bajos costos. Con estos aparatos podían desarrollar cualquier funcionalidad para una aplicación definida, en este caso detectar incendios en zonas deshabitadas. La primera etapa del proyecto consiste en cubrir áreas protegidas, como el Pasochoa y el Parque Metropolitano.
Los sensores se instalarán en una superficie de 100 hectáreas, pero se puede ampliar.
Estos instrumentos pueden detectar focos pequeños de incendios, en tres minutos, a través de la emisión de dióxido y monóxido de carbono, cuyos valores cambian cuando se producen las llamas. “El tiempo en esta clase de incendios es primordial, ya que el viento y las condiciones climáticas, lo puede avivar y transformar en una tragedia para la ciudad”.
Después de que se detecta el siniestro se envía una alarma a las personas encargadas de monitorear, a los bomberos y a la Policía. La señal de inmediato proporcionará el lugar exacto donde se inició el fuego.
“El Gobierno ofreció USD 20 000 de recompensa para ubicar a las personas que provocaban los incendios. Nosotros creemos que ese dinero se puede invertir en un sistema que será parte del Municipio y que estará activo todos los días”, dice Vásquez.
Mario Gordón, coautor de la alarma temprana, señala que el valor agregado es que no se necesita estar en el lugar. “Podemos utilizar la red celular y desde un sitio determinado tener una pantalla desde donde se pueda monitorear tranquilamente.
A los sensores también se los puede dar una utilidad médica. Desde una central, se podría recibir la señal de un dispositivo instalado en el cuerpo de una persona enferma. Si a esta le da un infarto, de inmediato su médico u hospital podría sabe r su condición y ayudarle.
Para los dos jóvenes, la experiencia en el Campus Party fue inolvidable, porque nunca pensaron que su proyecto podía estar entre los primeros. “El jurado nos hacía preguntas muy directas, pero nosotros contestábamos sin titubear”, señala Gordón.
A los dos les quedó una enseñanza: nunca hay que dejar de soñar, no intentarlo es fracasar, pero hay que luchar para que los sueños se hagan realidad.
La Agencia Metropolitana de Promoción Económica, ConQuito, asesora a los jóvenes para que su proyecto se convierta en una empresa. Ellos ven en esta oportunidad una opción de vida.