La medida tomada por las autoridades del Ministerio de Educación en contra de los estudiantes del Colegio Central Técnico es desmedida.
El reclamo de los jovenes está en el rechazo al nuevo nombre que se le quiere dar al Colegio. El antiguo y prestigioso colegio fue creado con el nombre de Escuela de Artes y Oficios, más tarde tomó el nombre que conserva y se le ha conocido como un excelente colegio técnico.
Es absurdo que las autoridades pasen el tiempo buscando cambios innecesarios mientras que no dieron importancia al gravísimo problema de drogas en los colegios a pesar de que hubo un fallecimiento por sobredosis. No han dado importancia a las denuncias de abusos sexuales cometidos en colegios y escuelas por “educadores”. Denuncias muy graves que merecian medidas radicales e inmediatas.
Las protestas estudiantiles son generacionales, lamentablemente empezaron a infiltarse elementos indeseables y degeneraron en ataques a la propiedad privada, heridos y muertos, actos inaceptables.
En esta oportunidad parece que la medida extrema tomada por el gobierno, tiene como fin atemorizar y silenciar toda manifestación, lo cual tambien es inaceptable.
“Desgraciado el pueblo donde los jovenes son humildes con el tirano, donde los estudiantes no hacen temblar al mundo”.