Riesgollakta es el nombre de la nueva muestra temporal propuesta por la Unicef e inaugurada ayer en el Museo Interactivo de Ciencia (MIC), en Chimbacalle.
En el ágora del museo, más de 300 niños de 12 escuelas del Distrito esperaban con ansias conocer la nueva sala interactiva.
En un área de 200 metros cuadrados se instaló un enorme juego de mesa. La dinámica está orientada a difundir información sobre riegos y prevención de desastres naturales.
En el tablero, los visitantes actúan como fichas que avanzan por turnos. Un dado gigante guía a los participantes por un tortuoso camino que incluye casillas de peligro y zonas seguras.
El alcalde Augusto Barrera fue el primero en participar del juego junto a los estudiantes de noveno año de básica de la Unidad Educativa Experimental Sucre.
Joel Borja e Isaac Romero ayudaban a sus compañeros a contestar las preguntas que hacían los mediadores. Era su primera vez en el museo interactivo.Cristian Munduate, representante de Unicef en el Ecuador, explicó que el propósito es reducir los riesgos de desastres en poblaciones vulnerables, promoviendo una cultura de prevención a través del juego. “El objetivo es que los niños aprendan jugando”.
La iniciativa llegó al MIC en el Día Internacional para la Reducción de Desastres Naturales, que se celebra el segundo miércoles de octubre de cada año.
En ese contexto, también se realizó la firma de un convenio entre el Municipio y los representantes de tres centros educativos. Estos planteles participarán del programa Mi Escuela se Prepara.
Lourdes Rodríguez, secretaria de Seguridad y Gobernabilidad del Municipio, explicó que se pretende consolidar a los establecimientos educativos como espacios seguros, a través de la capacitación de alumnos, maestros y padres de familia.
Este año participarán 100 escuelas y desde el próximo año se pretende trabajar con 500 escuelas hasta completar el programa con los cerca de 2 500 centros educativos de la ciudad.
Luego de enumerar tres objetos que se deben tener a mano en caso de emergencia, Marlon Álvarez avanzó cuatro puestos en el tablero. Sus compañeros de sexto año de básica de la escuela Rosa Zárate lo alentaban alrededor del tablero de juego.
Al terminar, Andrés Cepeda, otro participante, dijo que había aprendido sobre los cuidados del bosque para prevenir incendios forestales. “Cuando llegue a la casa les voy a contar a mis papás lo que aprendí para que ellos también lo sepan”.
Óscar Robles, coordinador del proyecto de la Unicef, explicó que una de las ventajas es que los niños transmiten lo aprendido a sus compañeros y familiares. Para Robles, el siguiente paso es la organización de la comunidad para definir planes de prevención.
Luego de presentar un video en el cual se dan consejos sobre los riesgos naturales, José Luis Núñez, mediador del museo, llevó a los estudiantes de sexto de básica de la escuela 10 de Agosto frente al tablero. Ahí, los niños se divertían pegando figuras y señales de advertencia en una pared imantada. La duración de cada visita es de una hora y media.
Elizabeth Peralta es una madre de familia que acompañó al sexto año de básica a la inauguración de la muestra lúdica.
Al ver a los niños repetir los consejos de los guías en caso de desastre, Peralta reconoció la importancia de estar preparados. Ella no sabía si la escuela 10 de Agosto tiene un plan de emergencia.