La aprobación del presupuesto 2010 del Municipio de Quito fue unánime en el Concejo Metropolitano. Eso se resolvió en una de las sesiones, en el 2009.
Según el acta, la Comisión de Presupuesto, Finanzas y Tributación ya advierte al Concejo y al Alcalde la necesidad de fortalecer fuentes de financiamiento que generen recursos propios.El acta la firman María Sol Corral, Elizabeth Cabezas y Ximena Ponce (hoy Ministra de Bienestar Social).
Una de las conclusiones del informe fue que el 40,84% del presupuesto proviene de transferencias y compromisos del Gobierno central.
En las recomendaciones se argumentó la necesidad de “desarrollar una política tributaria y de normativas que permitiera la generación de ingresos”.
El concejal Fabricio Villamar reconoce que el presupuesto es dependiente del Estado. “Eso no es malo, es nuestro derecho. Debemos hacer esfuerzos más fuertes para ampliar la independencia presupuestaria. Hay que mejorar las recaudaciones y ser responsables con el gasto”.
En el presupuesto hay tres fuentes de financiamiento. La primera es lo que el Municipio registra como ingresos corrientes (impuestos, tasas, multas y otras fuentes) con lo cual recauda USD 221 millones anuales.
La segunda es el ingreso de financiamiento. Son préstamos, como los de la Corporación Andina de Fomento (CAF) y otras entidades, que ascienden a USD 53 millones anuales.
La tercera son los ingresos de capital que comprende las transferencias gubernamentales y asignaciones que hace el Estado por Ley, que ascienden a USD 254 millones anuales.
Este Diario tomó esa cantidades del oficio que fue enviado al Alcalde el mes pasado. Ahí se informa que el presupuesto del 2010 es de USD 528 millones, según la primera reforma, en octubre de este año habrá otra.
El traslado de recursos y ajustes financieros, entre ámbitos como seguridad, salud, movilidad, entre otros; y un crédito no tramitado en la CAF, influyeron para que el rubro de este año registrara una disminución.
María Sol Corral, presidenta de la Comisión, detalla que tras el análisis se determinó una disminución de USD 12 millones del presupuesto aprobado el año anterior (USD 540 millones).
Eso ocurrió porque el Municipio no tramitó un préstamo con la CAF y otras entidades financieras que totalizaron USD 86 millones y que debieron ser restados del presupuestado. Hubo ajustes en otros ingresos.
Villamar y Corral coinciden en admitir que fue el propio Cabildo el que no gestionó el crédito de USD 70 millones en la CAF. Estos recursos estaban previstos para ser utilizados en la construcción de la vía al nuevo aeropuerto, por Gualo. Ahora no es una prioridad del Municipio.
Antonio Ricaurte, ex concejal y ex candidato a la Alcaldía, asegura que hay algunas variables dentro del presupuesto que el Municipio debe revisar para tener una mejor gestión.
“La anterior administración tenía una realidad peor en el financiamiento. Con gestión se pueden hacer muchas cosas. Se depende del Gobierno, sí, pero hay que buscar créditos internacionales y acuerdos con el sector privado”, manifiesta Ricaurte.
En los presupuestos se privilegió la movilidad. De hecho, la Secretaría de Movilidad recibió una asignación de USD 5 millones. Según esta dependencia, gran parte de los recursos son utilizados en estudios viales y proyectos para el Distrito.
También reciben dinero dos entes adscritos a esta Secretaría: la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) y Trolebús.
¿Cuánto se gasta en el pago al personal del Municipio? Corral responde que son USD 70 millones anuales. Dice que el vínculo laboral es por contrato y por nombramiento. La administración registra 5 874 funcionarios. El gasto corriente del Cabildo es de USD 38 millones.
Roberto Reyes, consultor en Administración pública, explica que no es posible comparar el manejo presupuestario entre las administraciones.
“Son dos modelos distintos. Actualmente funcionan las secretarías. Antes fueron las Corporaciones”. En su opinión, falta apoyo del Estado en vialidad.