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Suben precios en mercados de Quito pese al control

En la calle Amazonas, San Rafael, las personas esperan su turno para hacer compras.

En la calle Amazonas, San Rafael, las personas esperan su turno para hacer compras.

Unos 15 policías controlaron los precios de venta en el mercado de Alangasí, ayer. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

En medio del aislamiento, con restricciones de circulación y de ingreso a mercados, las personas deben lidiar, además, con la especulación. Desde que se declaró la emergencia sanitaria en la capital, (el 12 de marzo), granos, frutas, verduras y carnes cuestan más.

Fidel Betún es propietario de una bodega en el sector de San Roque desde hace 25 años. Trae el producto que oferta desde distintas provincias, y asegura que ha habido un encarecimiento. Por ejemplo, el racimo de verde, que adquiere en El Empalme (ubicado a ocho horas de Quito), antes costaba USD 1,50 o 2. Pero ahora debe pagar USD 3 o 4.

Lo mismo pasa con la papa gruesa. El quintal antes costaban entre USD 15 y 17, pero ahora 25. Otro de los problemas que debe enfrentar es el toque de queda. Usualmente abría su negocio a las 02:00, pero ahora debe hacerlo a partir de las 05:00, y como la zona de los alrededores del mercado está vallada, los compradores no pueden pasar. Cuenta que si no sube el precio no le alcanza para pagar el transporte y el costo de la renta de la bodega, que es de USD 300 al mes.

Lorena Vega es parte de un grupo de personas que lleva a cabo el emprendimiento Mercajuntos.com que entrega alimentos a domicilio, y que busca generar fuentes de trabajo y crear un banco de alimentos.

Durante las últimas semanas se ha contactado con proveedores y con distintas comunidades del país para armar las canastas. Asegura que en la capital existe un encarecimiento de entre un 15 y 20% en los alimentos, sobre todo en lo relacionado con carnes y vísceras.

“Los productores de las comunidades de la Sierra Centro aseguran que hay productos, pero que existen problemas de transporte, por lo que los precios llegan más elevados a la capital. Un atado de cebolla blanca (con 10 ramas), costaba USD 1,20. Ahora se consigue a USD 2. Lo mismo ocurre con los chochos, antes 250 gramos costaba USD 1, hoy el doble”.

La especulación ha afectado incluso a las verdulerías pequeñas. Mariana Caiza tiene un local en la calle Lizardo Ruiz, en Cotocollao. Cuenta que desde hace 10 días los proveedores le dejan los alimentos, en algunos casos, al doble del precio. Antes compraba el balde de mora a USD 8, hoy le cuesta USD 18. Para no salir a pérdida, dice, tendría que subir los precios pero tiene miedo de las sanciones, por lo que ha preferido cerrar el local.

Para evitar los sobreprecios, la Intendencia de Pichincha ha llevado a cabo varios operativos las últimas semanas. Ayer se realizaron dos. El primero empezó a las 05:00, en el mercado de San Roque, ubicado en el Centro Histórico de Quito.

Mónica González, comisaria del Distrito Manuela Sáenz, informó que participaron 25 policías y unos 50 agentes municipales. Se detectó que dos de las asociaciones que trabajan en este centro de abastos no cumplían todas las disposiciones. Hubo alteraciones de precios en tres productos. El quintal de choclo se comercializa normalmente a USD 13 y estaba a 25. La caja de tomate subió de USD 12 a 18, y el quintal de limón pasó de USD 10 a 18.

Como parte de las acciones, se decidió suspender los puestos donde se verificó el alza de precios, y se les recordó que si reinciden irán presos.

Otra de las disposiciones que se dio a los comerciantes es que en sus puestos de venta deben colocar los precios a la vista del cliente. Para hoy está planificada otra intervención, para verificar si se cumplieron con estas disposiciones.

En la calle Amazonas, San Rafael, las personas esperan su turno para hacer compras. Foto: Eduardo Teran / EL COMERCIO

Los comerciantes argumentaron que el alza se debe a que ahora están trayendo los productos desde Ibarra, y que por eso están más caros. “Hemos tomado las acciones respectivas con los GAD de la provincia de Imbabura, para que tomen control de los precios”, aseguró González.

También se realizó una intervención similar en el mercado de Alangasí, en el oriente de la capital. La comisaria del distrito Los Chillos, Andrea Granda, intervino con 15 policías. Indicó que no hubo adulteración de precios en los productos de primera necesidad.

“No hubo detenidos, tampoco clausuras. El control es permanente en todos los centros de abastos de la zona”, acotó.

Desde el 23 de marzo se han realizado controles en 850 establecimientos. Daniela Valarezo, intendenta de Pichincha, hizo un llamado a la gente para que respete los precios, se mantenga en sus casas y evitar así más contagios del covid-19.