‘Se necesita señorita de buena presencia para administrar reconocida discoteca”, decía en una hoja de papel bond, escrita en computadora y colocada sobre un poste de la av. Mariscal Sucre, en el sur de la ciudad.
Pocos metros más allá está el puente de Guajaló. Clara Rosero tiene un puesto de caramelos en la esquina de las avenidas Maldonado y Morán Valverde.
Desde que ella trabaja en este sector siempre ha visto carteles o afiches colocados sobre postes, paredes y en la parte exterior del puente. Observa que en las noches van jóvenes a colocar carteles, pero no los critica: debería haber un espacio para ellos.
En uno de los muros existen 10 carteles con letras rosadas y fosforescentes colocados horizontalmente. Estos anuncian un programa artístico para el jueves 17 en la discoteca Súper Mix.
La gente se entera así de los conciertos, peñas o bailes. Este es un lugar muy transitado y mientras espera el bus se pone al tanto de los programas.
A lo largo de la av. Mariscal Sucre, desde la intersección con la Morán Valverde, en la ruta desde los túneles hasta Miraflores también hay carteles y anuncios en las paradas, postes y paredes que forman parte del entorno.
Luis Prieto vive en el Conjunto Habitacional Chillogallo. Él y sus vecinos realizaron una minga para retirar pancartas que se colocaron sobre el cerramiento de estos condominios. Pero no pasó ni una semana y los carteles y afiches aparecieron otra vez.
Hay una larga fila de papeles en blanco y negro, que miden aproximadamente 50 por 60 centímetros. En todos esos anuncios se publicitan bares y discotecas como La Zona 9, Rockis, Báilate, Milenium, entre otras.
En la parte alta, un afiche de menor tamaño, pero impreso a colores y en papel cuché, anuncia la séptima convención de alcohólicos anónimos el próximo sábado 19, desde las 10:00.
En el puente peatonal de San Roque, hojas de papel bond, unas escritas a mano y otras en computadora, pegadas uniformemente en una de las esquinas de la calle Loja y Mariscal Sucre, anuncian mensajes como este: “Mujer, libérate y aumenta tus ingresos en un 70% uniéndote a la red más grande de vendedoras de cosméticos”.
Otro dice que se necesita costurera con experiencia y otro informa: “Gran empresa multinacional requiere personas sin límite de edad para trabajar en call center. Cupo limitado”.
Parecería que este tipo de publicidad está en todas partes. En la parada de buses de El Tejar, en sentido norte – sur, Irene Suntaxi tiene un puesto de afiches en las gradas que suben al peatonal.
Los anuncios espontáneos compiten con el negocio de Irene, quien vende pósteres de cantantes y personajes animados de la televisión, como Bob Esponja, Shakira y Ricky Martin. A su lado, un cartel dice “Solandazo 2011”, es el anuncio de un festival artístico en el barrio Solanda.
Bajo la visera verde de la parada de buses, dos carteleras de metal, desgastadas y sucias, muestran tres afiches: uno invita a una peña bailable donde el atractivo principal es la presencia del artista Ángel Guaraca, y otro donde se promociona la matiné de una discoteca.
En el sector de las universidades Central, Católica, Salesiana y Politécnica, los puentes peatonales son las carteleras de los estudiantes. En el puente de la avenida América hay carteles del concierto de Pablo Milanés, realizado el sábado pasado en la Casa de la Cultura.
Más allá, hojas de papel bond tamaño Inen anuncian alquiler de departamentos y clases de física, matemática o inglés. También se ofrece asesoría para realizar proyectos y tesis.
Al subir las gradas del puente de la Católica, en la av. 12 de Octubre, los anuncios se repiten. Hay cinco carteles a colores que anuncian el concierto del grupo español Ilegales, que se presentará este sábado 19 en el Teleférico. Al lado se anticipa el estreno en el cine Ocho y Medio de una película independiente: “Contracorriente”.
Estos espacios son importantes para que los jóvenes se enteren de los conciertos. ¿Por qué l ellos prefieren colocar su rudimentaria publicidad en las paradas o en los puentes? En las universidades sí hay carteleras, pero es un trámite burocrático conseguir autorización.
El uso del espacio público se controla
Desde el 2010 rige la Ordenanza Metropolitana 0330, que regula la utilización del espacio público. El propósito es prevenir la contaminación visual en la urbe. Es prohibido colocar publicidad sobre el mobiliario urbano (paradas, postes o paredes).
Las denuncias por el abuso en el uso del espacio público se las puede presentar en las ocho administraciones zonales y en la Secretaría Metropolitana de Ambiente. En lo posible, llevar pruebas.
Desde el 23 de febrero de este año, las autoridades municipales empezaron a notificar a los propietarios de vallas publicitarias que fueron colocadas sin permiso en diferentes sectores de la ciudad. El propósito es que cumplan con la norma.
Efrén Bonilla, coordinador de la Gerencia de Espacio Público, asegura que hay trabajadores que retiran los anuncios pegados en los postes, pero el ciudadano no respeta la ordenanza.