Una protesta organizada por los integrantes de la Federación de Comerciantes Minoristas de Pichincha (Fedecomip) terminó en enfrentamientos. Ayer, a las 11:00, alrededor de 3 000 comerciantes informales -según los dirigentes- llegaron a los bajos del Municipio, en el Centro Histórico. Ellos exigían una audiencia con el alcalde Augusto Barrera.
El presidente del gremio de comerciantes, Carlos Castellanos, informó que el propósito era conversar con Barrera sobre los avances en los proyectos de mejoras para los informales. También estaba previsto discutir sobre la participación de los comerciantes minoristas en la nueva empresa de comercialización del Distrito.
Según Castellanos, el plan para la nueva empresa no fue socializado. “No participamos en nada. Nuestros proyectos no avanzan. Queríamos que el Concejo Metropolitano nos escuche”.
El problema empezó cuando un grupo de comerciantes se enfrentó con los miembros de la Policía Metropolitana y los refuerzos de la Policía Nacional.
En el reporte de la Policía Metropolitana se detalló que el policía Carlos Aguiar fue agredido y presentó una herida. Él tiene rota la cabeza. En cambio, el policía Miguel Falcón presentó golpes en su oreja. Entre los informales hubo niños y mujeres asfixiados.
Al final, una delegación de los comerciantes se reunió con representantes del Municipio. Eduardo Dousdebés, secretario de Desarrollo Productivo y Competitividad, dijo que la marcha fue para respaldar la realización del foro previsto para hoy.
Dousdebés insistió que sí existen mesas de diálogo con los miembros de Fedecomip.
El presidente de la Comisión de Comercialización, Eddy Sánchez, y Barrera coincidieron al afirmar que la marcha de los informales tuvo un trasfondo político.
Sánchez rechazó enfáticamente que la nueva empresa de comercialización pretenda disolver a los comerciantes informales.