Hasta antes del mediodía de este sábado 10 de julio hubo poca concurrencia en cinco parques de Quito. Así lo constató EL COMERCIO al realizar un recorrido por estos lugares.
En el parque La Carolina un estacionamiento lucía lleno, el ubicado al pie de la Cruz del Papa sobre la avenida Amazonas; en cambio los tres parqueaderos que dan a la avenida de Los Shyris estaban semivacíos y en el que se encuentra en la avenida Eloy Alfaro y Los Shyris solo dos vehículos permanecían estacionados.
Las canchas de básquet estaban ocupadas por equipos de cinco jugadores que se enfrentaban sin medidas de bioseguridad. Lo mismo sucedía en las canchas de vóley, en estas incluso se concentraban espectadores con mascarilla, pero sin distanciamiento.
Los futbolistas que suelen concurrir al parque brillaban por su ausencia. No ocurría lo mismo en la pista atlética en donde alrededor de 50 personas caminaban -la mayoría- mientras una decena trotaba. En los caminos interiores del parque, bajo los árboles, se concentraban personas que paseaban a sus mascotas.
De su lado, José Hidalgo acudió con cinco amigos a entrenar artes marciales al aire libre. Llegaron a las 09:00 a la zona de ejercicios ubicada en el lado sur del parque en la que se suelen ubicar los aparatos de entrenamiento físico.
Más al oeste, en el parque de la Mujer la gente entraba por la puerta noroccidental ubicada frente a la Casa de la Música. Las pocas personas acudían sobre todo a pasear sus mascotas. Las canchas de fútbol y básquet, en cambio, permanecían llenas. Una escuela de básquet entrenaba en el lugar a sus integrantes. Carlos Tapia, padre de uno de los jugadores acudió a ver a su hijo como todos los sábados. Dijo estar ya vacunado y sentirse más seguro que otros fines de semana.
Mientras tanto, Joselyn Guayaquil fue con tres miembros de su familia para distraerse. Dijo que llevaban comida para hacer un picnic y almorzar en el sitio bajo un árbol. Al mismo tiempo dos vendedores ambulantes promocionaban a gritos los chifles y el choclo mote que vendían en fundas que costaban 50 centavos.
Sobre la avenida Mariana de Jesús y Occidental el parque Rumipamba no tenía visitantes.
El parque El Ejido también lucía semivacío la mañana de este sábado. Solo sobre la avenida Patria transeúntes miraban los cuadros expuestos al pie del parque. Hacia el interior poca gente atravesaba el lugar. Solo una familia, integrada por tres niños y sus padres se esmeraba en hacer bailar un trompo.
En cambio, en el parque Bicentenario predominaban los ciclistas y los patinadores que realizaban su ejercicio en los circuitos interiores. Santiago Tenemaza llegó con su bicicleta para realizar el entrenamiento diario de 60 kilómetros que acostumbra, dijo que para lograrlo recorre 10 veces el circuito completo del parque.
Pocas familias con sus mascotas se concentraban también en los espacios verdes cerca a la cruz levantada para conmemorar la visita del papa Francisco a la capital.