Ayer, a las 08:00, por la intersección de las avenidas Colón y América circulaba un automóvil blanco con placa terminada en 9.
No había policías nacionales ni metropolitanos. El conductor tomó la Colón y giró por la Amazonas, a pesar de que a esa hora su vehículo no podía circular por la restricción del pico y placa.
A esa hora, en la Colón, el tránsito estaba trabado. Lorena Paucar, mientras esperaba que la luz del semáforo cambie a verde para que los autos de adelante se muevan, comentaba que en esta semana se ha notado el incremento de carros en las calles.
“Tengo la percepción de que el control del pico y placa se flexibilizó. Veo menos policías en las intersecciones”.
Con esa opinión coincide el alcalde Augusto Barrera, quien reconoció que el control al pico y placa se redujo en la capital. “La presencia de policías de Tránsito en las calles de la ciudad no es normal, por lo que los controles no se pueden realizar al 100%”.A las 08:30 de ayer, el Cabo segundo Luis Acán estaba atento a las placas de los autos que ingresaban a la avenida Mariscal Sucre, desde el redondel de El Condado. A 5 m de distancia permanecía Byron Córdova, de la Empresa Pública de Movilidad, quien también prestaba mucha atención a las placas.
Solo los dos controlaban que se respete la restricción vehicular. Acán, además, se daba tiempo para ayudar a los peatones a cruzar la calzada de la transitada avenida. Hasta la semana pasada, por lo regular, en este sitio permanecían dos policías nacionales y hasta tres metropolitanos.
Hasta las 09:10, los uniformados hicieron parar a cinco choferes que irrespetaron el pico y placa. Los carros fueron llevados al patio de retención, cerca del aeropuerto Mariscal Sucre.
Álex Gordón conduce un taxi, sin sellos, y coincide en que hay menos control durante la restricción vehicular. Él salió a las 06:00 de su casa en la Mitad del Mundo. Vio a tres policías que controlaban en el intercambiador de Carcelén, pero en la Ramón Borja y 6 de Diciembre no hubo uniformados. “Allí siempre había policías”.
Según el coronel Byron Chávez, quien hasta esta semana fue comandante del Grupo de Tránsito en Quito, el personal para el control del pico y placa se mantiene. “No ha habido cambios. Los operativos empiezan, de lunes a viernes, a las 07:00 y concluyen a las 09:30”, aseguró.
A las 07:30, Emilio Ruiz dejó estacionado su auto en el parqueadero exterior del Quicentro Sur, en la avenida Quitumbe Ñan. Desde esta calle empieza la restricción del pico y placa.
A las 07:45, en el redondel de Quitumbe estaban tres policías de Tránsito y dos municipales. El flujo vehicular fue normal.
Ruiz dejó su vehículo en el parqueadero del centro comercial y cruzó a la estación del trolebús para dirigirse a su trabajo, por el sector de la Cuero y Caicedo.
A 400 metros, en el puente de Guajaló, a las 08:00, había cuatro policías. Para Eugenia Lastra, que a esa hora circulaba por el sector, le pareció insuficiente el número de uniformados.
En este sector se une la avenida Maldonado con la Quitumbe y empieza la autopista Simón Bolívar, es uno de los puntos conflictivos para el tránsito. Lastra aseguró que el lunes y martes ella no vio control en ese mismo sector. También criticó la circulación en la ciudad. Considera que la medida ya no es suficiente.
En la avenida Mariscal Sucre, otra vía desde donde se aplica la medida para la restricción vehicular, sí hubo presencia policial. Desde Quitumbe hasta la Rodrigo de Chávez, 10 policías controlaban el tránsito. En la av. Maldonado, desde el Puente de Guajaló hasta la Villa Flora, hubo seis.
Desde las 09:30, los vehículos que tenían restricción comenzaron a circular por las avenidas Maldonado y Mariscal Sucre. Diego Freire fue uno de ellos. Es estudiante de Leyes y se dirigía hacia la biblioteca de la Flacso, en la Pradera, para buscar información para un trabajo.