Ayer, el Municipio de Quito informó que el alcalde Augusto Barrera decidió mantener en este año la restricción de circulación del pico y placa tal como se implementa desde hace 13 meses.
Según el anuncio, la decisión se basa en el artículo 2 de la Ordenanza Metropolitana nro. 305, emitida el 5 de marzo del 2010. Esta señala que es competencia del Alcalde expedir e implementar planes de restricción y regulación de la circulación vehicular.
El Alcalde optó por no cambiar el pico y placa luego de analizar los estudios. La ordenanza permite revisiones cada seis meses.
Al respecto, el concejal Patricio Ubidia, presidente de la Comisión de Movilidad, considera que no se puede ampliar la restricción mientras no haya alternativas para la gente. “En esto estamos trabajando: fortalecimiento del transporte público, mejoramiento vial, estamos en un proceso de licitación de nueva semaforización”.
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Ubidia dijo que el tema del pico y placa aún no se ha debatido. “No he puesto ese punto en el orden del día en la Comisión, no hemos analizado, peor aún tomado una decisión. Lo que sí sabemos es que todavía no la vamos a ampliar. Obviamente debe analizarse en la Comisión y en el Concejo, pero es decisión absolutamente administrativa del Alcalde”.
El concejal Fabricio Villamar coincide en que no se puede cambiar la medida mientras no mejoren las condiciones de movilidad. “Se necesita reorganizar los métodos de trasporte, incluir en la medida a los vehículos del servicio público”. Para Villamar, una opción sería que los taxis trabajen en horas pico y tengan restricción en horas valle, para que haya una corresponsabilidad.
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Para Cristóbal Buendía, del Observatorio de Movilidad, la medida fue desacertada desde el inicio. “Mantener tal cual está el pico y placa demuestra su insuficiencia frente al problema de movilidad. La decisión parte de lo político y no del sustento técnico, considerando el momento de poca popularidad del Alcalde”. Buendía cree que, salvo la disminución de emisión de gases, la medida no ha cumplido con ningún objetivo.