Los carriles exclusivos del transporte integrado municipal son irrespetados a diario por ciclistas, motociclistas, conductores de carros particulares y peatones.
Ayer, a las 07:15, la unidad 035 de la Ecovía salió de la Estación de Transferencia de la Río Coca, cubría la ruta hacia La Marín. Hasta la parada de La Paz, la unidad compartió el carril con dos ciclistas, ellos iban adelante y con carros oficiales y una ambulancia, que tenían la sirena apagada.
La invasión del carril exclusivo es una contravención de segunda clase y es sancionada con el 10% del salario básico. Esto es USD 29,20.En el redondel Sanmartín, por el partidero a Cumbayá, hay un cruce con los carros particulares que van a la av. De los Shyris. En ese tramo, el carril es mixto.
A pesar de que hay semáforos, se forman largas filas. En la parada Eugenio Espejo hubo pasajeros que salían del andén por las puertas de embarque. Otros saltaban los pasamanos. Entre ellos, los esposos Johana Chávez y William Guerrero. Prefirieron saltar las barandas con su hija Evelyn, de 2 años, en brazos. Están conscientes del riesgo, pero prefieren acortar camino para ahorrar tiempo. Para salir de la parada hay que caminar 60 metros.
En el Corredor Sur Occidental hay tramos en donde se permite la invasión al carril exclusivo. Uno de ellos es desde el sector de Los Dos Puentes hasta el final del túnel de El Tejar, en Miraflores.
Al ser un corredor recién inaugurado, la presencia de policías de tránsito: nacionales y metropolitanos es permanente. Durante el recorrido (67 minutos), el principal problema es el cruce imprudente de los peatones. En el sector de Chillogallo, Manuel Beltrán cruzó caminando con su bicicleta. Él aseguro que los pasos peatonales están lejos y que en la av. Mariscal Sucre falta señalización.
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A las 08:15, en el tramo de Quitumbe hasta la Rodrigo de Chávez, ningún vehículo o motocicleta circuló por la vía exclusiva.
En el Corredor Central Norte, la invasión del carril exclusivo es la principal infracción de los vehículos particulares. Autos sin placa, motocicletas y ciclistas se cruzan y rebasan a las unidades.
En el sector de La Y, los buses alimentadores del mismo sistema y del trole utilizan la vía exclusiva.
Los articulados deben esperar el embarque de los pasajeros de la ruta de Santa Anita. Desde la estación de transferencia en el Seminario Mayor, los articulados comparten el carril con los vehículos particulares, esto dificulta su circulación. Otro punto conflictivo es en el sector de La Alameda, en la intersección de la calle Manuel Larrea y Santa Prisca. En ocasiones se detiene el tránsito porque los buses articulados no avanzan al salir de esa intersección.
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