Av. Occidental
En la av. Mariscal Sucre (Occidental), los peatones cruzan la calzada entre los vehículos en ocho puntos. Esto, desde El Condado hasta los túneles, en Miraflores.
Esta vía fue concebida como una opción de descongestión en el extremo occidental de la ciudad. Sin embargo, ahora tiene pasos peligrosos de transeúntes.
Alejandro Falconí cruza a diario esta avenida, a la altura de El Condado Shopping. El abogado, de 27 años, dice que una vez debió esperar cinco minutos, en cada carril. Él tiene su oficina en el sector de la Asamblea.
“Es muy difícil pasar, hay muchos carros. Los policías de tránsito ayudan bastante, el problema se agrava el fin de semana porque no hay ningún uniformado”.La mañana de ayer, alrededor de las 07:30, el sargento Fausto Velasco, de la Unidad de Vigilancia Norte, paró a los autos para que la gente pudiera pasar.
Cuatro kilómetros más al sur, en la calle Legarda, también se observa a personas que aprovechan el semáforo en rojo que está en esta intersección para pasar frente a los carros. No utilizan el puente peatonal que hay en el lugar.
Otro lugar de mayor peligrosidad se ubica a la altura de Atucucho. Allí, algunos peatones demuestran su estado físico al subir la malla metálica, de más de un metro de alto, para luego pasar corriendo entre los vehículos.
Andrés Batallas, un estudiante de 19 años, confiesa que dos veces trepó la malla y esquivó a los automóviles. “Lo hice porque me atrasaba. No lo volveré a hacer. Es una vía rápida y me da miedo”.
En este sitio, además, existe un paso peatonal, que la mayoría de personas utiliza. Otro punto conflictivo y peligroso para el peatón está en la entrada al barrio San Fernando. Allí solo hay un rótulo que anuncia la parada de bus. Para quienes viven o trabajan sobre la avenida Mariscal Sucre cruzar esta vía es todo un riesgo.
Édgar Loyola cuenta que ha tardado hasta 20 minutos (10 minutos por cada carril) en pasar de un lado a otro. El contador, de 63 años, asegura que es necesario un puente peatonal en este sito, pese a que existe uno a 100 metros. “Es peligroso, acá no hay ni paso cebra. Es vía rápida, pero debo cruzarla para ir a mi oficina”.
Una situación similar se aprecia a la altura del Centro Comercial El Bosque, en la av. Mariana de Jesús y en la subida al Teleférico. Miguel Ganchala, un egresado de la Escuela de Educación Física, dice que antes veía más gente que pasaba corriendo por esta vía. “Hoy hay más sensibilidad”.
Av. Simón Bolívar
Para cruzar los seis carriles de la av. Simón Bolívar, en el sector de Guajaló, los peatones tienen que correr. Ahí no existe un paso cebra ni un puente peatonal.
Teresa Loaiza ha sido testigo de más de un accidente de tránsito en ese sector. Todos los días instala su carreta a un costado de la vía para vender empanadas.
“Los choques y atropellos son frecuentes, especialmente, en sentido oriente-occidente, por donde los carros van más rápido”.
Uno de los accidentes más graves que recuerda Loaiza fue el del 12 de mayo, cuando el conductor de una volqueta perdió el control y chocó contra cinco vehículos. Dos personas fallecieron y cinco resultaron heridas.
Loaiza aseguró que algunas unidades de transporte de pasajeros rebasan el límite de velocidad establecido por el reglamento a la Ley de Tránsito: 70 km/h.
Rosario Morocho, una usuaria del transporte público, reconoció que en ocasiones son los mismos pasajeros quienes piden al conductor que vaya más rápido.
Ella entiende el riesgo, pero dijo que los usuarios sufren retrasos por la falta de transporte.
Wilson Pabón, jefe del SIAT, aseguró que la falta de una cultura de seguridad vial es uno de los factores que incrementan el riesgo de accidentes en las calles.
Ayer, varios conductores estaban estacionados sin colocar los triángulos de seguridad. En la vía no hay islas de alojamiento.
A este factor, dijo Pabón, se suma el mal estado de la infraestructura. Entre Guajaló y el intercambiador a Cumbayá, las señales horizontales y verticales están deterioradas. La señalética mejora entre el desvío a Cumbayá y la Panamericana Norte. Por la Simón Bolívar circula un promedio de 4 500 vehículos por hora.
“Los bancos de niebla que se forman a partir de las 21:00 en El Troje, al sur, y en Gualo, al norte, también son un riesgo”, comentó Pabón. Las hondonadas y montículos que se forman en la vía por el bacheo es otro problema.
Para Loaiza, el riesgo de accidentes en Guajaló puede reducirse con la construcción de un puente. A lo largo de la vía hay 14 puentes peatonales.
Otro punto de conflicto es en el intercambiador a la autopista General Rumiñahui.
Edwin Candelejo tiene que cruzar varias veces la vía, para vender habas en los buses. Antes de cruzar, el niño calcula la velocidad y la distancia de los carros.