Los pasajeros se habitúan a la caja común

Las unidades de la cooperativa Colectrans, en la linea Camal-Aeropuerto, entregan boletos a los pasajeros de cada unidad. Galo paguay / el comercio

El sistema de recaudación de transporte público caja común es más visible para los usuarios de este servicio. Los pasajeros se acostumbran a cancelar el pasaje al subir y a recibir el tique. Así lo destacó Javier González, cobrador de la cooperativa Victoria, que cubre la ruta Colón-Camal.
El joven comentó que la única resistencia que aún persiste en ciertos pasajeros es la negativa de utilizar la puerta posterior para salir. Por fortuna, señaló, son pocos los que todavía protestan por esta medida. Lo mismo sucede con respeto a las paradas. "La gente reclama, pero les indicamos que se deben acostumbrar, que los agentes civiles de tránsito nos multan si no lo hacemos", aseveró.
Mariana Pillajo, pasajera, indicó que no le molesta pagar a la subida pero sí recibir los 'papelitos', debido a que tiene la cartera llena de los boletos. Ella no ve el beneficio de hacerlo.
Sin embargo, la entrega de los tiques es necesaria para que en las cooperativas de transporte urbano se contabilice cuántas personas hicieron uso de este medio de transporte.
El alcalde Augusto Barrera (quien desde hoy 7 de enero está en licencia, para participar en la campaña electoral) dijo que el propósito de la caja común es evitar los correteos de buses y lograr una distribución equitativa del dinero.
Según el Municipio, en Quito hay 62 operadoras. De estas, 34 ya utilizan este sistema de cobranza. 22 están en proceso. De las seis que quedan, tres deben completar los requisitos y otras tres no han iniciado el trámite. El plazo vence fin de mes.
González contó que en la cooperativa todos los días se entrega lo recaudado junto a los boletos y así se contabiliza el dinero que se debe entregar. Y desde la compañía se hace una fiscalización del cobro de pasajes. Un inspector sube al bus de manera sorpresiva y pregunta a los pasajeros si se les entregaron los tiques. En caso de que no, el conductor y cobrador son sancionados.
Una de las empresas de transporte que recién está ingresando en este modelo de cobro es la Compañía Latina. Ayer, la ruta que cubría Chillogallo-La Marín todavía no entregaba las boletas al subir al bus. El conductor comentó que para ayer estaba previsto una reunión, en la que se explicaría la caja común, sistema que incorporarán desde hoy.
Otro cooperativa es Trans Floresta que va desde este sector hasta Cumbayá. En la cola que se forma junto al velódromo José Luis 'Ñato' Recalde, los pasajeros, primero, compran el boleto y luego hacen la cola para ingresar a la unidad. Usuarias como María Pérez, quien vive cerca a la U. San Francisco, dice que el servicio tiene mejoras. Solamente pide que se controle cuando las unidades van llenas. Esto ocurre, especialmente, en las noches.