En el parqueadero de Cancillería se construirá un parque público

Parque del Palacio de Najas, en el interior de la Cancillería ecuatoriana. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Parque del Palacio de Najas, en el interior de la Cancillería ecuatoriana. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Parque del Palacio de Najas, en el interior de la Cancillería ecuatoriana. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

La rehabilitación del Palacio de Najas tendrá una inversión USD 275 984. Esta abarca la eliminación de los muros y la creación de un parque para la gente en donde actualmente funciona el parqueadero de la Cancillería.

La idea es recuperar ese espacio. El parqueadero será trasladado al edificio del Servicio de Rentas Internas (SRI) ubicado a una cuadra de ese edificio. Así indicó Pablo Salgado, asesor cultural de Cancillería, la mañana de este viernes 26 de enero del 2018.

La Cancillería cumple 75 años (6 de noviembre de 1943) de la compra del inmueble por parte del Gobierno y por tal motivo surgió esta idea cuyo objetivo es que la gente aprecie, desde la calle, la fachada del edificio y “devolver un espacio público”.

Las obras se pondrán en marcha en febrero y se calcula que se prolongarán cerca de medio año.

La intervención se enmarca en la apuesta por la diplomacia ciudadana y de puertas abiertas. Para la preservación del edificio, Cancillería suscribió un convenio de cooperación con el Municipio de Quito y el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural.

La pileta del parque del Palacio de Najas, en el interior de la Cancillería ecuatoriana. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Los trabajos estarán a cargo de Instituto Metropolitano de Patrimonio de Quito. Comprenderán intervenciones en los salones protocolarios, la cubierta, los jardines, la pileta y el cerramiento del Palacio de Najas.

La rehabilitación incluirá el mantenimiento de la cubierta en mansarda, los entrepisos de los salones, el cielo raso, la cubierta translucida, puertas y ventanas, el espejo de agua, la adecuación de los jardines y el cerramiento, y la pintura de las áreas intervenidas del inmueble.

Asimismo, la idea es recuperar el diseño arquitectónico original de los muros exteriores, que serán a media altura y contarán con rejerías en su parte alta. Con ello, la apreciará desde la calle los exteriores del edificio. También se busca garantizar la integridad y autenticidad de la edificación.

En los jardines se plantarán especies vegetales nativas de Quito. Para la restauración de las zonas verdes se contará con el apoyo de la empresa pública de parques y jardines de la municipalidad.

Tras culminar el proceso de rehabilitación, el Palacio de Najas abrirá sus puertas al público a través de visitas guiadas. Se le informará sobre su historia patrimonial y los detalles de arquitectura.

Parque del Palacio de Najas, en el interior de la Cancillería ecuatoriana. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

La historia del Palacio de Najas

El palacio incluido como patrimonio nacional, el 8 de septiembre de 1994. Hace referencia al comerciante sirio Joseph Constantino de Najas, quien fue el primer propietario del inmueble.

Tras consolidarse como comerciante, De Najas contrató al mejor arquitecto de la época, Francisco Durini. Quería complacer a su esposa francesa, Marta Susanne de Lavelle, y levantar un edificio en su honor. Por eso, al principio, el edificio se llamó 'Villa Susana'.

De Najas y ella residieron en el palacete durante 10 años. Antes de ser comprado por el entonces presidente Carlos Alberto Arroyo del Río, en 1943, fue residencia presidencial de varios jefes de estado ecuatorianos. En este lugar vivieron los presidentes Alberto Enríquez Gallo, Federico Páez y Aurelio Mosquera Narváez.

Antes de su actual ubicación en el Palacio de Najas, la Cancillería funcionó en la Mansión Eguiguren, localizada en las calles Venezuela y Mejía, Centro Histórico de la urbe.

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