El parque El Edén, en Solanda 2, en el sur, está destruido. Hay juegos infantiles oxidados y hierba sin podar. A pesar de estar rodeado de viviendas ocupadas y de conjuntos habitacionales, este espacio verde luce descuidado.
Sobre el piso del parque está un poste metálico con una base de cemento, que era parte del inmobiliario urbano del lugar. Este sostenía a una lámpara.
Alfredo López, vecino que habita en el barrio desde 15 años, contó que, en total, había ocho lámparas decorativas. Ahora no hay ninguna. Tampoco los postes.
La última vez que cortaron el césped fue hace un año, aproximadamente. “Nadie se ha preocupado por dar mantenimiento al parque. Yo pagaba por el corte de la hierba. Pocos vecinos colaboraban con USD 1. Los vecinos utilizan el lugar como parqueadero”, denunció López.
Para ingresar al parque, los conductores de vehículos realizan maniobras en un pasaje estrecho. Eso complica el uso adecuado del espacio y los infantes que llegan a jugar no pueden hacerlo.
Incluso, desde la semana pasada, en las mañanas, hay más niños. Por las tardes, en cambio, se ha convertido en un punto de encuentro para los jóvenes.
A cinco cuadras del parque El Edén, frente a la cancha 3 de la Liga Barrial de Solanda, el parque Gaspar Esparza está más descuidado. La infraestructura de un aro de la cancha de básquet está sostenida por un palo. En el tablero hay más de un grafiti.
Los niños juegan en medio del riesgo aprovechando la temporada vacacional. Carlos Gallardo, vecino, contó que hay personal del Municipio cortando césped y dando mantenimiento en los parques más grandes que están cerca, como el Lineal y Las Cuadras.
“Estos parques pequeños también deberían ser arreglados para que los niños puedan jugar en estas vacaciones”, dijo.
Otra muestra de la destrucción: los asientos y tubos de los tres juegos del subibaja fueron robados. En la resbaladera hay un pedazo de lata metálica salido, peligroso para los niños. Los asientos y las cadenas de los columpios están oxidadas y por romperse.
María Cupuerán, vecina de la zona desde hace 20 años, se quejó por la falta de apoyo de sus vecinos y por el descuido del Municipio en el mantenimiento.
Mientras ella denunciaba que las ramas de los árboles están crecidas y que se acumula la basura, un transeúnte se detuvo a orinar en un montículo lleno de hierbas. “Los vecinos convierten las esquinas del parque en botaderos de basura. Es penoso”.
Ocurre lo mismo en el parque Las Mallas, en el sector La Ferroviaria. Allí hay fundas, tarrinas, plásticos y cartones desperdigados. La hierba creció y está alta. Debajo de una resbaladera hay cartones de algún mendigo que llega a dormir ahí.
Xavier Arroyo, gerente de Espacio Público del Municipio, explicó que el mantenimiento de parques que tienen una extensión con menos de una hectárea es responsabilidad de las administraciones zonales.
En cambio, en parques con más de una hectárea, el mantenimiento lo realizan los obreros de Espacio Público. Según un informe del Cabildo, en el Distrito hay 1 840 parques. Solo la Administración Zonal Eloy Alfaro, en el sur, registra más de 300 espacios verdes en esta zona del Distrito.
Arroyo cuestionó la falta de apoyo ciudadano en el mantenimiento de los parques. “La gente no colabora y arroja desechos. Para la limpieza hay acciones coordinadas con Emaseo”.
En el centro y en el norte hay otros parques descuidados. Por ejemplo, el parque de La Juventud, en Carapungo, está en mal estado. Allí se inició la intervención del Municipio por pedido de los vecinos. Gestión que no se hace en otros sectores.
Otras labores
Según Espacio Público, el mes pasado se hicieron tareas de mantenimiento en parques y parterres. Luego del invierno,
la hierba creció.
Para el mantenimiento se conformaron cuadrillas de obreros. El denominado Grupo Minga lo integran 100 obreros. Hacen las tareas de limpieza.
En el segundo semestre de este año se impulsará el proyecto de puntos limpios en los parques. Esto para evitar la acumulación de basura en parques.