El Papa tiene previsto llegar a Ecuador entre el 6 y el 8 de julio. Foto: Fabrio Frustaci/ EFE.
Desde el anuncio oficial del arribo del papa Francisco a Quito y Guayaquil, los religiosos y las autoridades siguen trabajando en la coordinación de esta visita apostólica, que se realizará del 5 al 8 de julio.
Literalmente, están contra el tiempo y, a menos de dos meses de esta visita, se han desplegado varios grupos para cumplir, por ejemplo, con la entrega de afiches y organización de voluntariados.
En el Distrito Metropolitano de Quito la consigna es empapelar la urbe con el afiche del Papa. Ese material ya fue entregado, el viernes pasado, a las 200 parroquias que forman parte de la Arquidiócesis de Quito.
Se lo hizo en una reunión extraordinaria con todo el clero (representantes de las parroquias, religiosos y consagrados de Quito), en el sector de La Armenia (valle de Los Chillos).
A cada representante de las parroquias se entregaron los afiches requeridos. “Se llevaron el número que necesitaban de acuerdo con la población de su zona. Esa repartición debe realizarse con orden”, comenta Danilo Echeverría, obispo auxiliar de Quito.
Con esa misma organización, en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús Basílica del Voto Nacional se comenzó a entregar desde el mismo viernes por la tarde (8 de mayo). “Yo me llevé 3 500 afiches e igual número de estampas para repartirlo en la parroquia, en los grupos religiosos y en las familias que habitan por la zona”, cuenta José Camayo, rector de la Basílica.
Es que la idea es “empapelar Quito, anunciando que su Santidad, con su mensaje de amor y paz, visita nuestro país para llenarnos a todos de esperanza y mucha fe”, agrega.
En la parroquia de El Tejar también se trabaja intensamente desde ayer domingo (10 de mayo). Los 3 000 afiches se entregan puerta a puerta; lo hace el mensajero de la parroquia y un laico. Ellos van a pie y regalan ese material. Solo ayer se entregaron 600.
La parroquia, comenta Washington Salvador, párroco de El Tejar, congrega alrededor de 1 500 familias y están en los siguientes barrios: Toctiuco, San Salvador, Salvador Allende, La Isla, Espejo y El Placer.
En cambio, el sábado (9 de mayo) los afiches se llevaron los propios fieles desde la parroquia, pues hubo la ceremonia de la confirmación en la iglesia de El Tejar.
Echeverría indica que cada párroco tiene autonomía de gestión, ellos como conocen el ambiente social y el territorio del sector donde trabajan, saben organizan del modo que les parece más oportuno y con mayor eficacia y valor espiritual.
Sobre las 15 gigantografías que estaba programado colocarlas este fin de semana, Echeverría confirma que no se pudo hacer por algunos inconvenientes logísticos, pero que esta semana se las ubicará en los lugares más visibles de la urbe.
Conformar la masa de voluntarios es la otra tarea: se requieren 22 000 para ayudar en la organización y preparativos de la llegada del papa Francisco a Quito, prevista para el 5 de julio, a partir de las 15:00.
Cada una de las 200 parroquias de la Arquidiócesis de la capital debe tener un listado de voluntarios. “El número dependerá del lugar, pues hay algunas parroquias rurales que muy difícilmente la gente podrá ofrecerse como voluntaria. Pero hay otras, las urbanas, que son muy grandes y que tienen una afluencia de gente significativa y pueden registrar un número amplio de voluntarios”, indica Echeverría.
A la parroquia de San Sebastián (en el Centro Histórico de Quito) acuden jóvenes de otras vicarías, llegan con una ficha de inscripción para los voluntarios. Entre las 09:00 y las 11:00 de hoy lunes 11 de mayo se tenían 10 fichas. Todos son jóvenes creyentes que quieren trabajar para la venida del Papa, señala María Inés Trujillo, secretaria de la parroquia.
Hasta el momento no se sabe cuántos voluntarios se han inscrito. Lo cierto es que, agrega Echeverría, las inscripciones siguen registrándose en el correo:
voluntariadoquito@arquidiocesisdequito.com.ec
Javier Sánchez, coordinador de la Pastoral Juvenil de la Zona Centro (aglutina 38 parroquias), comenta que los voluntarios deben inscribirse dentro de sus movimientos, parroquias o vicarías. Para eso se abrió una ficha de inscripción y cada responsable entrevistará al voluntario para ver si está en capacidades de poder ayudar o no.
Porque “no por ser voluntario es que va a estar cerca del Papa, voluntario es el que está a un metro del Papa como el que va a estar a 10 kilómetros del Papa”, aclara Sánchez.
Las inscripciones se podrán hacer solo hasta el 22 de mayo. Para formar parte de este selecto grupo se deben cumplir algunos requisitos, el más importante: que tenga entre 18 y 45 años, y que presente un certificado médico en el cual indique su buen estado de salud.
Se pide este último documento porque el trabajo de voluntario será intenso y exigente. Una vez registrado en la lista y aceptado por la Aquidiocésis, los voluntarios serán convocados a cuatro jornadas de capacitación para participaran en los grupos de acogida o información a los peregrinos, quizá en el grupo de seguridad al interior de los eventos, o de pronto en la logística en general, entre otros.
Los voluntariados ayudarán en todo lo relacionado con la misa campal que se realizará en el Bicentenario y en la reunión que se programa para San Francisco; además, con todo lo relacionado con la logística en las carreteras.
El resto de lugares (El Quinche, Universidad Católica, Iglesia La Compañía…) ya cuentan con su comisión y no hace falta el aporte de los voluntarios, salvo si se pide una ayuda expresa, confiesa Sánchez.
Las personas que estén en el listado final del voluntariado tendrán una formación muy estricta a cargo de una comisión que llegará, en los próximos días, de Roma y que está a cargo de la capacitación del voluntariado; es decir, cuál será el rol que tendrá cada uno de los voluntarios, en qué sector se ubicará, qué va a hacer y cuál será su responsabilidad.