¿En un mes y 10 días entregarás la corona de Reina de Quito. ¿Qué sientes ahora que estás en el tramo final de este período?
Me da mucha nostalgia, porque creo que uno se acostumbra a llenarse de lindas experiencias. El trabajo es superfuerte y un año ha sido justo y necesario, aunque hay muchas cosas más por hacer, que las cumpliré sin ser Reina. El reinado me ha abierto las puertas y tengo que seguir trabajando.
¿Qué es lo que nunca olvidarás de este año de reinado?
Las sonrisas de la gente, de los niños, de los jóvenes y de los adultos mayores. Eso es muy gratificante. Yo me llevo ese recuerdo. Esas sonrisas las he visto todos los días: trabajando con los niños con síndrome de Down, en los agasajos en los centros del Patronato, en niños que se me acercaron en los semáforos.
A la hora de hacer un balance sobre tu gestión, ¿te quedas satisfecha con el trabajo realizado?
Me siento muy satisfecha de todo lo que he hecho, porque todas las metas que me he propuesto las he logrado. Yo diría que siempre que uno hace las cosas con mente y actitud positiva y dando todo, se va a sentir de alguna manera lleno y satisfecho de su trabajo.
¿Qué viene después del reinado?
Seguir con mis estudios, me falta terminar mi carrera. Voy a continuar trabajando en la Fundación Reina de Quito. Quiero seguir creciendo como persona. No me voy a desvincular de la labor social. Haré un voluntariado constante. En el Patronato San José me han pedido que continúe con algunos proyectos.
¿Qué proyectos?
Es una campaña; estoy por hacer el lanzamiento oficial, que busca, principalmente, prevenir el consumo de drogas en los jóvenes. Ese es un problema muy preocupante, que acarrea consecuencias terribles para la sociedad.
¿Cómo viste a Quito desde el trono?
Es una ciudad increíble, multicultural, de una maravilla arquitectónica impresionante. Me enorgullece ser quiteña, me enorgulleció llevar la corona. Y todas las cosas se han ido solucionando, otras se solucionarán. Hay gente linda que está dispuesta a dar todo.
¿Qué cosas se te quedan inconclusas?
Realmente, nada. Si volviera a ser Reina promovería nuevas iniciativas en beneficio de los más vulnerables. Hay que hacerle crecer al principal proyecto de la Fundación Reina de Quito, Aprendiendo a Vivir, que ya necesita remodelaciones y adecuaciones para mejorar el bienestar de los beneficiarios.
El 22 de noviembre se elegirá a tu sucesora. ¿Cuál es el mensaje que les vas a dejar a los quiteños?
Espero que toda la ciudad me recuerde con muchísimo cariño, con todo el cariño, que yo recuerdo a su gente. Nunca me voy a olvidar de todas las cosas lindas que viví, del apoyo que tuve, de las experiencias incomparables.