Desde que Carlos Fuel utiliza el servicio de alimentadores del Corredor Sur Oriental, empezó a ahorrar tiempo y dinero en sus recorridos. Todos los días viaja desde La Forestal Alta hasta su trabajo en la Escuela Virginia Larenas, en San Bartolo. Lo hace con su hija Carla, quien estudia en la misma institución.
En octubre del 2010, la Empresa Pública Metropolitana de Transporte de Pasajeros implementó tres rutas de buses alimentadores a La Joya, La Cocha y Martha Bucaram. Carlos Poveda, gerente de la empresa, explicó que tras la llegada de los nuevos buses articulados y luego de analizar la oferta del servicio convencional y la demanda de pasajeros, 30 buses tipo, que circulaban por el carril exclusivo, se convirtieron en alimentadores.
Las nuevas rutas, que operan desde el 11 de junio pasado, cubren los sectores de Lucha de los Pobres, El Tambo de El Inca, Solanda, la Ferroviaria y La Forestal. Los pasajeros pueden abordar las unidades en las estaciones de transferencia Capulí, Guajaló, San Cristóbal y El Recreo, del Corredor Sur Oriental. Los buses operan desde las 05:00 hasta las 00:50, con una frecuencia que varía entre los 5 y 10 minutos. En total son 54 buses.
Para ir de La Forestal a San Bartolo, Fuel y su hija tenían que tomar una de las busetas particulares que ofrecen servicio de transporte, entre la Villa Flora y La Forestal, por USD 0,25. Debía pagar el pasaje completo por su pequeña hija. Luego tomaba otro bus que los llevaba a San Bartolo. Gastaba hasta USD 1,50 en pasajes diarios. “No siempre se respeta la tarifa diferenciada”.
La mañana del martes, Fuel y su hija hicieron el recorrido de ida y vuelta por USD 0,75. Fuel y su hija abordaron el bus en la parada Chiriyacu, que también sirve como estación de transferencia para el alimentador de La Forestal.
Dos líneas de bus convencional también sirven al sector, pero Fuel asegura que las unidades pasan cada 20 ó 30 minutos. En el recorrido, Christian Jara, conductor de la unidad, hizo 14 paradas programadas. Estas se identifican por unas cortas líneas pintadas de amarillo sobre los bordillos. Poveda asegura que una vez que se definan los sitios de mayor afluencia de pasajeros se instalarán rótulos y se pintarán las paradas.
En el interior del bus, algunos pasajeros tocaban con insistencia el timbre, solicitando parada. Desde su puesto, Jara les advertía que solo puede detenerse en el sitio señalizado. “La gente aún no se acostumbra a las paradas”.
El recorrido duró 14 minutos. En el trayecto, en vías como la Nariz del Diablo y José Luis Castillo hay un sinnúmero de baches. El mal estado de las vías es más evidente en el recorrido hacia La Cocha. Los tramos de pavimento y adoquín se combinan con otros de lastre y tierra que estropean la carrocería y la suspensión de los buses. Tania Tocte, usuaria, asegura que cuando los buses pasan llenos, ni siquiera se detienen en las paradas. Cuando eso sucede Sonia Vaca asegura que tiene que gastar más dinero en los taxirrutas que circulan por el sector.
En el sector de la Martha Bucaram y en la Lucha de los Pobres también circulan taxirrutas. Pero Bryan Nacivar, morador de la Ferroviaria, prefiere esperar el bus alimentador que ya circula por ese sector. En la estación de El Recreo, el estudiante secundario toma el trolebús y en la parada Morán Valverde vuelve a subirse en un alimentador del Sur Oriental.
Cuatro rutas de alimentadores (la Ferroviaria, La Forestal, Solanda y Lucha de los Pobres) se integran tanto al Corredor Sur Oriental como al Trolebús. “La idea es ampliar las alternativas y distribuir la demanda de pasajeros entre los dos sistemas”.
Otros cambios en el sistema
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Las reformas geométricas aplicadas en la estación Plaza Marín modificaron la circulación de los buses del Corredor Sur Oriental, Ecovía y Corredor Central Norte que comparten esa estación.
El carril de acceso izquierdo desde la av. Pichincha hacia la calle Mejía fue cerrado y se convirtió en un paso peatonal.
Los articulados de la Ecovía, que circulan en sentido sur-norte, ya no entran a la estación. Estos se detienen en la av. Pichincha, en un andén externo que se habilitó para el ingreso y salida de pasajeros. Poveda explicó que luego de las modificaciones, los articulados de la Ecovía redujeron su tiempo de viaje en seis minutos.