Unas líneas blancas pintan varios tramos del redondel de Cumbayá, conocido como el de Las Bañistas. Estas son parte del trazado del intercambiador vial que se construirá debajo del redondel, ubicado en la intersección de las vías Interoceánica, Francisco de Orellana y acceso a Cumbayá.
Los trabajos preliminares ya empezaron. En días pasados se retiraron las esculturas de mujeres que se levantaban sobre el redondel. También están desperdigados materiales como palos y piedras. La maleza y la hierba ahora cubren las jardineras. Las palmeras aún están en los espacios verdes. También se removió parte del terreno y se levanta con palos un cerramiento.
En septiembre del 2010, el Municipio firmó un convenio con la empresa Uribe & Schwarzkopf, para la construcción del intercambiador, como solución a la congestión vehicular en la zona, especialmente durante las horas pico y en los fines de semana. La inversión asciende a USD 2 millones, según el Municipio.
Para los conductores, esta obra será una solución a los trancones, que son comunes en el sector. Luis Camuendo vive en Tumbaco y transita todos los días por el redondel. En las mañanas, desde las 07:00, se demora entre 10 y 15 minutos en circunvalar el redondel. “Hay filas de carros de hasta 500 m, en todos lados. El redondel no permite que haya fluidez”.
Para Rita Ramos, conductora de un auto azul y arquitecta de profesión, los redondeles agilizan el tránsito cuando son más grandes. En el caso de Cumbayá, obstaculiza el tránsito por la gran cantidad de flujo vehicular.
Según datos del Municipio, el redondel de Las Bañistas funciona hace cuatro décadas atrás y ha superado su capacidad. Por allí circulan unos 10 000 carros al día. Las horas de mayor demanda son de 08:00 a 09:00, de 12:00 a 13:00 y de 17:00 a 18:00.
Para evitar los trancones, Ramos toma vías alternas. “El tránsito se traba por lo menos dos cuadras antes del redondel. Es imposible avanzar”.
Hugo González viaja, al menos, una vez a la semana a Cumbayá y también se ha quedado atrapado en medio de los trancones.
Por eso apoya la construcción de un intercambiador. “Será una solución a estos inconvenientes”.
Sin embargo, opinó que habrá afectación a los locales comerciales de la zona.
El diseño contempla la construcción de un intercambiador de cuatro carriles: dos de ida y dos de vuelta. En la superficie se mantendría el redondel para atender la demanda de los vehículos que utilizan las vías secundarias en dirección a Cumbayá y a la Universidad San Francisco.
Esto será complementado con un sistema de semaforización para mejorar la fluidez del sector.
Los semáforos ya fueron colocados en las diferentes intersecciones. Los dispositivos aún no están en funcionamiento. Falta la sincronización.