El monseñor Andrés Carrascosa, nuncio Apostólico del Ecuador, bendecirá a cinco ciudades del Ecuador, desde un helicóptero. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Será este Jueves Santo. Monseñor Andrés Carrascosa, nuncio Apostólico en Ecuador, bendecirá a varias ciudades de la Sierra Norte y Centro. Así lo informó la tarde de este martes, 7 de abril del 2020, el propio representante del papa Francisco en el país.
Lo hará desde un helicóptero particular y con el Santísimo Sacramento en mano (el copón especial que lleva las hostias). Esa gracia la impartirá en las siguientes ciudades: Ibarra, Quito, Riobamba, Ambato y Latacunga; se aspira que sea en ese orden y si el tiempo acompaña.
El vuelo partirá de Quito, a las 08:30; se extenderá hasta el mediodía. Y a los fieles de las cinco urbes se les invitará a mantenerse en actitud de oración, haciendo las peticiones a Jesús Sacramentado por el cese de esta pandemia y para que bendiga los esfuerzos de solidaridad de estos días.
La idea surgió por pedido de algunos obispos y fieles, mencionó monseñor Carrascosa; hubo una persona de buena voluntad quien puso a disposición su helicóptero y se pidieron los permisos a la Dirección de Aviación Civil (DAC).
En Guayaquil se hará algo parecido y estará a cargo de monseñor Luis Cabrera, arzobispo de esa ciudad. El Nuncio recordó que esta iniciativa nació a partir de la devoción a Cristo de Consuelo, cuya masiva procesión se llevaba a cabo cada Viernes Santo; sin embargo, el Arzobispo lo hará también el Jueves Santo y con el Santísimo.
Esto parte de una visión global, “Jesucristo en la eucaristía es el mismo que caminaba por las calles de Jerusalén; entonces, la idea es hacerlo caminar por nuestras calles o, frente a las circunstancias, sobrevolar por nuestras ciudades y que nos bendiga”, señaló.
El Nuncio agregó: “el Papa me ha pedido que transmita su bendición y esta es una manera de hacerlo”.
El hecho de que los templos estén cerrados, acotó, “no quita nada, pues la iglesia, como se dice en Teología, es la iglesia doméstica, la de las casas, la de la interioridad; no expresaremos nuestra fe echándonos a las calles, tenemos que vivirla hacia dentro”.
Por eso, monseñor Carrascosa hizo una invitación para que “cojamos el texto del Evangelio, leamos la Pasión y descubramos muchas cosas de nuestras vidas. Nos vamos a ver reflejados en esa multitud que gritaba Hosana el Hijo de David y después gritó, crucifícale”.
También “se verán reflejados en Judas, uno de los hombres de confianza de Jesús, quien lo traicionó y lo vendió. Se reflejarán en Pedro, quien dijo que le acompañará hasta la muerte y luego lo negó tres veces…”.
Monseñor Carrascosa está convencido que “ver la Pasión y entender que eso tiene que ver con nosotros, hará que esta Semana Santa sea magnífica”, incluso más profunda e interiorizada que cuando se lanzan a las calles a seguir la procesión de Jesús del Gran Poder, en Quito; o Cristo del Consuelo, en Guayaquil. Porque la procesión va por dentro.