La recolección de basura en el norte fue normal. Ayer, el carro recolector de la Empresa Municipal de Aseo (Emaseo) pasó a las 10:30 por el Comité del Pueblo. Olga Sotomayor dejó las fundas con basura en la acera de la calle Jorge Garcés.
Los obreros de Emaseo retiraron los desechos colocados a lo largo de la arteria, sin dificultad. No hubo basura acumulada en las veredas.
En La Bota, un barrio vecino, la situación fue distinta. En la esquina de las calles Carlos Salas y Carlos Fortines se acumularon las fundas llenas con basura desde las 09:00, según Daniel Haro.
A las 11:00, las botellas plásticas, envases de cartón y desperdicios orgánicos estaban desperdigados en el suelo. “El recolector siempre se atrasa, pero eso es una costumbre. Por esa razón, los perros callejeros rompen las fundas”.
La falta de un horario fijo de recolección también molesta a Ángel Vallejo. El es morador del sector desde hace 25 años y comentó que los vecinos sacan las fundas a partir de las 09:00, todos los días.
Hay días como ayer que el recolector no pasa hasta después de las 11:00. “En ese tiempo los perros callejeros ensucian todo”. A lo largo de la avenida La Bota, la situación fue muy parecida: fundas de basura rotas en las aceras.
A las 11:30, los obreros de Emaseo, William y Francisco Morales, organizaban las bolsas de basura en la urbanización Carcelén. “Agrupamos los desechos para que la recolección sea más fácil”.
Para William, ayer fue su tercer día de trabajo. Él es uno de los 212 trabajadores que contrató Emaseo para la recolección de los desechos.