Las noches patrimoniales atraen turistas al centro
El pasado sábado en la noche caía una llovizna en el Centro Histórico. Hasta el primer piso del Palacio Municipal llegó un grupo de 10 personas. Usaban Gorras, guantes y paraguas para protegerse del agua y aplacar el frío.
El grupo estaba conformado por tres danesas, dos colombianos y cinco ecuatorianos. Ellos pagaron USD 6 para participar en el recorrido de las Noches Patrimoniales. El proyecto es parte de la iniciativa del Buró del Centro Histórico y de la Fundación Quito Eterno, a propósito de los actos previstos para celebrar a la ciudad como Capital Americana de la Cultura.
Paola Escobar, gerenta de Desarrollo y Gestión Turística de la Empresa Metropolitana, asegura que el fin es promover la actividad comercial y cultural durante las noches en el Centro Histórico. “Queremos que los visitantes se apropien del espacio”.
Los 10 turistas visitaron la casa de María Augusta Urrutia, ubicada en las calles García Moreno y Sucre. El inmueble es de dos pisos, se ingresa por un pasillo angosto, que lleva a un amplio patio.
Allí un joven, que vestía terno negro a rayas, sombrero y corbata roja, los recibió con mucha amabilidad y galantería. “Una estrella se ha perdido, en su pecho se ha metido y en sus ojos resplandece”. El piropo fue escuchado por María Narváez, oriunda de Guayaquil. Ella sonrió y puso atención a la historia de Urrutia.
Según el relato del guía, Urrutia nació en una de las familias aristocráticas e influyentes de la capital. Fue esposa de Alfredo Escudero Eguiguren, a quien conoció en París. “En 1932 creó el primer comedor infantil de La Dolorosa, en el primer piso de su casa. En 1939 abrió la Fundación Mariana de Jesús, que ofrece ayuda social”, explicó.
El cuento generó sorpresas. Santiago Almeida, quiteño, se enteró que los terrenos donde funciona el Colegio San Gabriel fueron donados por Urrutia y que ahí antes se levantaba una hacienda de la quiteña.
Mettalise Verdel, danesa de 27 años, se enteró del recorrido en el Facebook. Con un español atropellado dice que la iniciativa es “muy bonita”.
El recorrido toma 45 minutos y se realizará todos los sábados. Según Andrea Fonseca, encargada del área de ventas y reservaciones de Quito Eterno, existen 36 destinos turísticos.
También hay recorridos que duran dos horas y que se hacen con grupos de 15 personas. Hay que pagar USD 14 y al final se reparte chocolate, queso y bizcochos, para que los turistas degusten de los manjares de la ciudad.