Los negocios trabajan a pérdida desde hace una semana en Quito

la ciudadela Ibarra, en el sur de la capital, los comerciantes laboraron con normalidad la mañana de este viernes 11 de octubre del 2019. Sin embargo, ellos se mantienen alertas ante posibles saqueos

la ciudadela Ibarra, en el sur de la capital, los comerciantes laboraron con normalidad la mañana de este viernes 11 de octubre del 2019. Sin embargo, ellos se mantienen alertas ante posibles saqueos

En el mercado Las Cuadras de Chillogallo, las vendedoras todavía tenían frutas, fideos, conservas, hortalizas y legumbres, pero temen que a futuro se produzca un desabastecimiento de esos productos. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Los nueve días de protestas en Quito han generado pérdidas económicas en los negocios. En diferentes puntos de la ciudad los comerciantes esperan que la situación política del país mejore para recuperarse.

En la avenida Martha Bucaram de Roldós de la ciudadela Ibarra, en el sur de la capital, los comerciantes laboraron con normalidad la mañana de este viernes 11 de octubre del 2019. Sin embargo, ellos se mantienen alertas ante posibles saqueos y hechos de violencia como los ocurridos el lunes 7 cuando personas desconocidas trataron de ingresar a los negocios con la intención de robar la mercadería.

Jacqueline Cruz comercializa zapatos. “Desde hace ocho días tenemos pérdidas porque la gente se encuentra asustada. En un fin de semana logramos vender hasta USD 180. Los pasados sábado y domingo apenas recaudamos USD 50”. Asegura que quienes trataron de saquear no eran manifestantes en contra de la eliminación del subsidio a los combustibles, sino pandilleros y ladrones que trataron de aprovecharse de la conmoción que vive el país.

En la ciudadela Ibarra, los comerciantes laboraron con normalidad la mañana de este viernes, pero se mantienen alertas ante posibles saqueos. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

José Estrada vende ropa casual en el mismo sector. Recién abrió las puertas de su negocio la mañana de hoy luego cerrarlo desde el lunes. Al igual que Cruz, teme que los pandilleros intenten saquear los comercios. Antes de las manifestaciones, él lograba vender USD 100 de lunes a viernes y 300 dólares durante el fin de semana.

Ahora, él apenas ha logrado recaudar USD 50. “Toda la semana no atendí al público por temor a que nos asalten”. Espera que la situación del país mejore para recuperarse de las pérdidas.

A lo largo de la avenida Mariscal Sucre, desde Chillogallo hasta el centro comercial Condado Shopping, los comercios atendieron con normalidad. En la ciudadela La Biloxi, los comisariatos abrieron sus puertas y no hubo desabastecimiento de víveres. La gente salía con las bolsas de compras y no se reportaron problemas.

Lo mismo ocurrió en el mercado Las Cuadras de Chillogallo, también en el sur. Allí, las vendedoras todavía tenían frutas, fideos, conservas, hortalizas y legumbres, pero temen que a futuro se produzca un desabastecimiento de esos productos por la paralización.

Marylin Rojas acudió esta mañana a ese centro de abastos para comprar comida y se encontró con que los precios se incrementaron de forma exagerada. Por ejemplo, la funda de tomates que antes adquiría a USD 1 ahora cuesta 2. La bolsa de zanahorias que valía 0,60 pasó a 1 dólar. Pide a las autoridades que realicen controles a la venta del cilindro de gas. “No nos merecemos esto, el tanque cuesta USD 6”.

Francisco Andrade es dueño de una panadería en la avenida Ajaví, en el sur de Quito. Cuenta que no hay transporte y con eso hay menos gente que le compre. “Antes vendíamos USD 600 por día y bajamos a 200. La eliminación del subsidio nos perjudica tanto que antes gastábamos USD 150 mensuales en diésel para nuestros hornos, ahora nos tocará pagar USD 300”.

En el Centro Histórico, el panorama es similar. Edison Revelo tiene un negocio de ventas de ollas y utensilios de cocina en las calles Mejía y José López. Asegura que desde la semana pasada labora a pérdida. En un día vende entre USD 300 y 500 en mercadería. Ahora no pasa de los 50. “A veces tengo que cerrar por las manifestaciones”.

Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

De igual forma, en el centro comercial del ahorro Hermano Miguel, todos los puestos de venta permanecieron abiertos la mañana de hoy. La gente que trabaja allí coincidió que la afluencia de clientes ha bajado desde el jueves de la semana pasada. Pidieron a las autoridades de Gobierno y los manifestantes que logren acuerdos para retomar la tranquilidad en la zona.

Al norte, desde el sector de San Carlos hasta el centro comercial El Condado Shopping, la afluencia de gente fue normal. Todos los almacenes de comercio como ferreterías, tiendas, restaurantes y florerías atendían sin ningún problema. No obstante, sus propietarios coincidieron en que las ventas bajaron y sienten preocupación porque los días pasan y tienen que pagar arriendos, sueldos, servicios básicos y demás gastos.

Marco Guaño tiene una vulcanizadora en la avenida Mariscal Sucre y San Francisco de Rumihurcu, a la altura del ingreso a la cooperativa Jaime Roldós Aguilera. Dice que desde el pasado jueves no tiene clientes.

“Antes ganaba USD 18 al día. Ahora no tengo ingresos. Por suerte, el local es de mi madre y no tengo que pagar arriendo”, manifestó. Tiene familiares cuyos negocios trabajan a pérdida. “Uno de ellos vende pollos y estos se le dañan porque no tiene como vender. También la afecta el cierre de las calles”.

Los clientes ingresaban normalmente al centro comercial El Condado. En los comercios ubicados en los alrededores la atención se desarrollaba sin complicaciones. Cientos de personas compraban y se dirigían a sus destinos.

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