La desinfección de buses se hace con equipo especial y con un refuerzo manual. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Tubos, agarraderas y espaldares de asientos son los puntos que mayor contacto tienen con pasajeros del transporte público y, por ende, son posibles focos para transmitir enfermedades como el covid-19.
Una mezcla que incluye sustancias como hipoclorito de sodio y amonio cuaternario se usa para desinfectar dos veces al día los vehículos, estaciones y paradas del servicio de transporte municipal de Quito. Desde el pasado viernes 13 de marzo de 2020 empezó la coordinación para ampliar la cobertura a las más de 3 000 unidades de transporte convencional. Luego se extenderá a buses y busetas escolares e institucionales.
La Empresa de Agua Potable tiene por ahora la capacidad de sostener estas fumigaciones en todos los buses de Quito durante 15 días. Según el secretario de Movilidad, Guillermo Abad, el Municipio guiará a las empresas privadas de transporte en estas tareas de desinfección en la fase inicial y les entregará las sustancias necesarias. Luego, sus directivos deberán contratar servicios especializados.
Laureano Restrepo, director técnico de la Secretaría de Salud, explicó que estos y otros químicos combinados en las partes por millón requeridas tienen un carácter virucida, es decir, eliminan el coronavirus y otros que pudieran estar sobre las superficies de un bus.
El Municipio cuenta con cinco proveedores para adquirir a través de Sercop amonio cuaternario, a un costo de USD 1,30 por litro. Para hipoclorito de sodio hay 20 proveedores y el costo es de 95 centavos. Además, se espera que lleguen al país más opciones de sustancias similares, para continuar con estas tareas preventivas.
En algunas compañías privadas de transporte ya se han hecho desinfecciones por cuenta de sus miembros, dice José Santamaría, presidente de la Cámara de Transporte de Pichincha.
Sin embargo, considera que tomar acciones coordinadas con el Municipio permitirá que la prevención sea más efectiva. Santamaría relató que desde el miércoles empezó la fumigación de unidades que sirven de alimentadores al servicio troncalizado de la ciudad y se extenderá poco a poco a todas las que dan el servicio en el Distrito.
Se calcula que tras la medida de suspensión de clases en escuelas, colegios y universidades, se redujo la demanda en unas 20 000 personas diarias, por lo que ayer la gente viajó menos apretada en los buses.
Sin embargo, según Darío Chávez, gerente de la Empresa de Transporte de Pasajeros, se hicieron ajustes en la frecuencia para que haya más unidades que lleven menos gente y minimizar así el contacto y, por ende, el riesgo de contagio.
Aunque la principal medida de prevención es el lavado de manos constante y profundo y que cada persona lleve consigo alcohol o gel desinfectante, las autoridades municipales anunciaron que se incrementará la distribución de estas sustancias a los pasajeros.
Además de las medidas anunciadas el miércoles, el Municipio decidió cancelar el ciclopaseo dominical esta semana. Juan Manuel Aguirre, director de la Agencia Metropolitana de Tránsito, informó que también se suspenderán los operativos de control, para que agentes y conductores reduzcan el contacto. Pero continuarán los controles de infracciones.