Cabildo, contra el acuerdo sobre las tasas aéreas

Las aerolíneas pagan actualmente USD 400 por concepto de derechos para obtener un permiso de operación chárter. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Las aerolíneas pagan actualmente USD 400 por concepto de derechos para obtener un permiso de operación chárter. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Las aerolíneas pagan actualmente USD 400 por concepto de derechos para obtener un permiso de operación chárter. Foto: Archivo / EL COMERCIO

La entrada en vigencia de las nuevas tarifas aéreas de carga chárter, el viernes 10 de marzo del 2017, preocupa en el Municipio de Quito. Las autoridades calculan una afectación económica a las arcas municipales, en especial a obras como el Metro, además de una pérdida de competitividad de la capital.

El 9 de febrero pasado, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) emitió el Acuerdo 002, que cambia las tarifas por concepto de derechos para obtener un permiso de operación chárter, aunque luego aplazó la decisión hasta el 10 de marzo próximo.

Las aerolíneas pagan actualmente USD 400 por estos derechos, pero una vez que entre en vigencia el acuerdo este monto regirá solo para aquellas que utilicen los aeropuertos administrados por la Dirección General de Aviación Civil (DGAC): Latacunga y Manta.

Mientras que las aerolíneas que utilicen los terminales concesionados como el Mariscal Sucre de Quito y el José Joaquín de Olmedo de Guayaquil, deberán cancelar USD 20 000 por cada vuelo chárter.

La medida atenta contra la estabilidad económica del Cabildo y de la ciudad; y genera un riesgo jurídico con el concesionario Quiport, dice Álvaro Maldonado, secretario de Desarrollo Productivo y Competitividad del Municipio.

En el primer caso, el Municipio recibe un 11% del monto recaudado por concepto de tasas reguladas de las aerolíneas por vuelos de carga.

En el 2016, el aeropuerto de Tababela recaudó USD 13,03 millones y el Municipio recibió 1,4 millones, es decir, el 11%, que está destinado a obras como el Metro de Quito. “Estas tasas aéreas son una fuente de financiamiento, que va al Metro desde años atrás”.

Según Maldonado, una aerolínea utiliza una terminal aérea de acuerdo a su demanda, por lo que no se puede obligar a cambiarlas por medio de un acuerdo. Además, el aeropuerto Mariscal Sucre cuenta con una infraestructura completa.

La terminal aérea, por ejemplo, tiene capacidad de albergar a 150 000 toneladas de producto. Y, además, hay cuatro cuartos fríos con una capacidad de 15 000 toneladas, explicó Maldonado. A esta terminal pueden ingresar siete vuelos de carga, más dos estacionados. La mayor parte de envíos corresponde a flores.

El secretario de Productividad, además, destacó el impacto jurídico y legal para la ciudad tras la aplicación de esta medida. “Hay el riesgo de indemnizaciones a la concesionaria” debido a que se están cambiando las reglas de juego.

El Municipio envió dos solicitudes a las autoridades del Gobierno central para que deroguen la medida. No hubo contestación, dijo Maldonado.

Los sectores aeronáutico y productor también ven con preocupación la vigencia de este acuerdo y creen que la medida busca potenciar aeropuertos como el de Latacunga.

Marco Subía, titular de la Asociación de Líneas Aéreas, explicó que las aerolíneas no están en contra de uno u otro aeropuerto, pues vuelan al lugar donde está la carga. Si se cuenta con la infraestructura no hay problema, pero, por ejemplo, en Latacunga, no hay la suficiente carga, dijo.

El titular de la Asociación sostuvo que si las aerolíneas deciden trasladar sus operaciones a Latacunga se formaría “un cuello de botella y habría inconvenientes desde el punto de vista logístico”.

Para el titular de Expoflores, Alejandro Martínez, es evidente la intención de las autoridades de apalancarse en un cambio de este tipo para forzar a las aerolíneas que realizan chárter a volar por Latacunga. Teme que, con el incremento de costos, las cargueras elijan otros países como destino. “No se dan cuenta del riesgo que están provocando”.

Según la DGAC, la resolución busca regularizar las operaciones de las cargueras. Las aerolíneas que operan desde Quito, que es un 90% de firmas, se mantendrán en esta ciudad. Apenas el 10% de los vuelos chárter serán redireccionados a otras terminales aéreas, lo que permitirá un desarrollo, señaló la autoridad vía correo.

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