Los moradores de Yaruquí piden que se instale señalética vertical y horizontal en la vía para prevenir accidentes de tránsito. Foto: EL COMERCIO
Un grupo de moradores de la parroquia de Yaruquí, ubicada en el oriente de Quito, cerraron la carretera E35 la mañana de este jueves 20 de diciembre del 2018. En el plantón, ellos pidieron a las autoridades del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) que se instale un puente peatonal, un semáforo o un rompe velocidades.
Están indignados porque, en la última semana, dos personas murieron atropelladas en el tramo de la ruta que atraviesa a esa parroquia. La primera víctima falleció el sábado 15 de diciembre tras ser arrollada en la vía. La otra persona murió atropellada el martes 18, a la altura del mercado de Yaruquí.
“¡No más muertes!, “¡No más accidentes”, “¡No más impunidad!”, gritaba la gente. Patricia Osorio, presidenta del GAD de Yaruquí, manifestó que en los últimos tres años han fallecido 8 personas tras ser atropelladas en el tramo de la vía E35 que atraviesa al pueblo.
Por eso, el GAD solicitó en el MTOP que se implemente un semáforo y señalética preventiva. Según Osorio, sus pedidos no han sido escuchados por las autoridades de esa Cartera de Estado.
Hace dos semanas -explicó Osorio- las autoridades se comprometieron a instalar la señalética horizontal y vertical, pero no lo hicieron.
La gente está preocupada porque en ese sector funciona un centro educativo y los estudiantes corren peligro de ser atropellados. Ana Acero tiene a su hijo en ese colegio. “Los carros pasan en alta velocidad y no respetan a nadie”, se quejó.
Las hijas de Doris Iñacazo estudian en el mismo plantel. Teme que sus pequeñas sean atropelladas como ocurrió con otras personas. Pide al MTOP que intervenga en la zona y construya el puente peatonal.
Por la mañana, agentes de la Policía Nacional y un patrullero se instalaron en ese punto para gestionar la movilidad. Sin embargo, los moradores aseguraron que eso no es suficiente porque los uniformados se quedan allí solo un par de horas y luego se retiran a realizar otras actividades. La intención es que, con la instalación del semáforo, los vehículos reduzcan la velocidad.
La movilidad vehicular se tornó lenta y pesada en la zona, pues una larga fila se formó en el barrio de San Carlos de Yaruquí en donde la gente se concentró para manifestarse. Los carros que salían del pueblo tomaban como ruta alterna el camino de tierra y empedrado de Chugulín, que se conecta con el redondel del aeropuerto de Tababela.
Nelson Caiza estuvo en la manifestación. Lamentó las muertes de peatones en esta vía. “Otro problema es la falta de señalización, lo cual provoca que los conductores sean imprudentes, no respetan los límites de velocidad”.
Los moradores coinciden que la carretera E35 es de vital importancia porque conecta a las parroquias de