Con la llegada de las lluvias, en Quito está latente el riesgo de las quebradas. Y de las aproximadamente 1 800 que hay en la capital, algunas representan las más riesgosas y que han provocado tragedias en la zona occidental de la ciudad. Ante ello, se está realizando un monitoreo y prevención en las quebradas de Quito para evitar lamentos por los aluviones.
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Las quebradas de Quito con mayor riesgo
En el occidente de la capital hay muchas quebradas que se encuentran en zonas calificadas de alto riesgo. Ante ello, es necesario un constante monitoreo de prevención en las quebradas de Quito
Ellas son: la quebrada Armero, Vásconez, El Tejado y Rumipamba. Todas, además, corresponden a la nueva Administración Zonal de La Mariscal, que comprende tres parroquias: La Floresta, La Mariscal y la Belisario Quevedo.
Según informaron de las unidades de Ambiente, Seguridad Ciudadana y Gestión de Riesgo de esta Administración, mantienen un monitoreo constante de las quebradas en su jurisdicción en Quito para reducir el riesgo de aluviones. Además, se han implementado inspecciones, capacitaciones y obras estructurales clave para mejorar la seguridad en los barrios que conviven con esta amenaza.
El seguimiento incluye la inspección de las estructuras de captación para prevenir obstrucciones y sobrevuelos con drones para evaluar el estado de las quebradas. Según dijeron, se requiere una especial atención en El Tejado y Rumipamba, debido a su vulnerabilidad a deslizamientos y acumulación de materiales arrastrados por el agua.
Capacitación ante los riesgos de la quebrada
En mayo del año pasado se puso en marcha el programa “Escuelas de Riesgos – Construyendo Saberes sobre Desastres Naturales”. Durante cinco meses, 79 personas recibieron formación en gestión de riesgos y prevención de desastres.
Como parte del cierre de este proceso, se realizó el primer simulacro de aluvión en Quito, con la participación de 177 ciudadanos. Este ejercicio permitió evaluar los protocolos de emergencia y mejorar la respuesta ante posibles eventos naturales.
Obras para mitigar riesgos en quebradas
Paralelamente, la Unidad Zonal de Ambiente, junto con la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps), ha realizado inspecciones periódicas en la represa de la quebrada El Tejado. La comunidad ha participado activamente en la supervisión del aumento de la capacidad de retención de la captación, que ahora alcanza los 8 000 m³.
Entre las medidas estructurales planificadas destaca la instalación de mallas dinámicas en dos zonas estratégicas de El Tejado. Estas mallas servirán para contener el arrastre de tierra, lodo, vegetación y troncos de árboles.
Además, se construirá un cuenco de retención de lodos con capacidad para 20 000 m³, ubicado junto a la captación existente. Esta obra desviará el flujo peligroso de la microcuenca y reducirá el impacto en la red vial.