Una misa para recordar a los 28 fallecidos del aluvión, en La Comuna y La Gasca, se realizó al mediodía de este domingo 6 de marzo de 2022 en la cancha de ecuavóley de esos sectores del norte de Quito.
Margarita Ortega, presidenta del cabildo La Comuna, dijo que la ceremonia se organizó tras cumplirse un mes de la tragedia, registrada el 31 de enero del 2022. También se contó con el apoyo del párroco de ese sector, Guido Díaz.
La eucaristía fue dirigida por el arzobispo de Quito, Alfredo Espinoza Mateus, quien manifestó que es su deber “caminar con mi gente y mi pueblo” apoyando las causas justas y acompañando a los damnificados de la emergencia.
Los parientes de los fallecidos llevaron cofres de madera con las cenizas de sus allegados y fotos. Espinoza los bendijo y esparció agua bendita. La gente le agradeció el gesto y lo abrazaron.
En el lugar cayó una fuerte lluvia, pero eso no le importó a la gente. Los asistentes utilizaron paraguas, chompas impermeables y gorros de lana para protegerse del frío.
Las ayudas y necesidades, tras la tragedia
Algunos se protegieron bajo las carpas de lona. Otros ocuparon las sillas de plástico para descansar. Espinoza aseguró que desde la Iglesia Católica se ha trabajado muy fuerte para apoyar a los vecinos de La Comuna de forma permanente y les instalaron un comedor popular.
Han trabajado en la parte psicológica atendiendo a los damnificados y sus familiares. También les han ayudado económicamente para que los afectados recuperen sus negocios y emprendimientos.
Ortega sigue de cerca cada uno de los casos. Contó que a un damnificado le amputaron una pierna, por lo que una fundación canadiense le ayudó con una prótesis.
Asimismo, los moradores se organizaron para realizar una comida solidaria para recaudar fondos. “Adicionalmente, una familiar de él se encuentra muy delicada de salud y buscamos ayudarla de alguna manera”.
La mujer contó que los dirigentes y vecinos de La Comuna esperan los informes técnicos del Municipio para definir el futuro del predio en donde funcionó la cancha de ecuavóley. Para la representante barrial, lo ideal sería construir un parque mirador para recordar a la gente que murió. No obstante, otros moradores buscan que se construya un nuevo escenario deportivo de similares características al que se destruyó.
Susana Díaz es madre del cerrajero Rodrigo Chalco, de 25 años, una de las víctimas del aluvión. Dijo que espera que Dios lo tenga en su gloria y siempre lo llevará en su corazón. “No he recibido ayuda. Hubo gente que recibió donaciones, pero con nosotros no fue así”, señaló.
Los hermanos Diego y Stalin Tingo participaron en la eucaristía para recordar a su padre Vicente y su primo Luis Llanga. Ambos vestían ropa negra y mostraban las fotografías de las víctimas junto al altar de flores que se levantó en ese espacio. “Me queda el recuerdo de su fortaleza, la unión, nunca dejarse vencer y salir adelante”, dijo Stalin.
En la ceremonia se encontraba Edgar Montenegro, a quien el aluvión le dejó fracturas en la pierna y costillas. Solo recuerda que el lodo lo arrastró aproximadamente 30 metros y terminó cerca de una casa. Espera recuperarse pronto para continuar con sus actividades.