Quito se aprecia en todo su esplendor desde las alturas. A través de sus miradores, se puede disfrutar de fantásticas panorámicas hacia el trazo arquitectónico del Centro Histórico y sus calles. Uno de ellos es el mirador El Placer, ubicado en las faldas del volcán Pichincha.
Este es uno de los miradores más tradicionales y simbólicos de la ciudad. Su localización hace que sea un estratégico punto para ver patios, iglesias, conventos y plazas del centro. La tradición cuenta que en este sector se levantaron baños ceremoniales y de purificación del Inca Atahualpa.
Por eso se los conocía como las ‘Casas del Placer del Inca’, razón por la cual el barrio habría mantenido ese nombre.