La madrugada del domingo 16 de febrero, técnicos intervinieron dos microfisuras en el riel del tramo entre las estaciones Recreo y Magdalena, en dirección sur-norte, en el Metro de Quito.
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Ambas tenían una longitud de 60 milímetros y el equipo las identificó durante los mantenimientos preventivos rutinarios.
Intervención técnica el riel del Metro de Quito
La empresa internacional Pandrol, con personal ecuatoriano, realizó la reparación. Con materiales y tecnología de vanguardia, completaron el proceso en tres horas y media.
“Aplicamos una soldadura exotérmica para corregir las microfisuras”, explicó Franklin Ojeda, técnico en mantenimiento.
Esta intervención cumple con los compromisos del consorcio constructor CL1, responsable de los mantenimientos preventivos y correctivos hasta 2024.
La intervención para reparar las fisuras en el riel del Metro de Quito tomó tres horas. Posteriormente, el equipo realizó un proceso de amolado adicional y, además, llevó a cabo una prueba de ultrasonido para verificar la calidad y seguridad de la intervención.
Normalización del servicio y mantenimiento constante
Gracias a esta reparación, los tiempos de traslado entre las estaciones Recreo y Magdalena volverán a ser de dos minutos. Esto se debe a que, según las recomendaciones técnicas, mantener este intervalo es fundamental para garantizar el óptimo funcionamiento del sistema.
El Metro de Quito aplica un plan de mantenimiento continuo con personal altamente capacitado para asegurar la eficiencia del servicio.
Un informe de David Carmona Lendinez, coordinador del proyecto del Consorcio Línea 1 del Metro de Quito (Acciona), alertó sobre fisuras críticas en la infraestructura del sistema ferroviario.
El documento, fechado el 30 de diciembre de 2024, detalla dos fisuras en la Diagonal 4, cerca de la estación El Recreo.
La primera fisura medía 60 milímetros de longitud y presentaba una profundidad inicial de 15 milímetros. Por su parte, la segunda, aunque tenía la misma longitud, alcanzaba una profundidad de 10 milímetros, lo que evidenciaba una diferencia en el desgaste del material.
Una inspección posterior del 24 de diciembre mostró un aumento preocupante: la primera fisura creció a 24 milímetros de profundidad y la segunda a 13 milímetros.